Publicado en el Blog Noticias Tesorillo , el 19 de septiembre de 2014
Ahora que el verano está dando sus últimos coletazos, quiero relatar les un domingo de Playa del verano de 199…, trataré de narrarle
cronológicamente todo lo acontecido ese día, bueno casi todo, porque la memoria
ya va teniendo goteras.
10:30 horas, duermo plácidamente, anoche me costó conciliar
el sueño, por el calor asfixiante, además un sueño intermitente, entre los
perros ladrando, el vecino que ha llegado clareando la mañana con la música del
auto a tope, apenas he podido caer en los brazos de Morfeo, a todo esto que me
acosté bien tarde.
Una voz inquisitiva grita desde la puerta del dormitorio “
--A qué esperas hijo, cuando lleguemos ya habrán cerrado la
playa”, “si no fuera por los niños, te iba dejar durmiendo hasta que te cansaras
de cama”, “que sangre hay que tener”.
Me levanto sonámbulo, parsimonioso, arrepentido de los dos
últimos whiskys de la noche anterior. De nuevo la voz inquisidora...
--Desde las ocho
estoy en la cocina,
Me entran ganas de responder pero no soy capaz “No vas a
estar, si llevas comida para un equipo de fútbol, con reservas incluidos”,
pimientos fritos, tortilla de patatas, filetes empanados etc. etc., comida para
el niño, comida para la niña, café para la tarde, bocadillos para la merienda,
picadillo de tomate, una sandía enorme, un melón y si es poco guindas, por la
cuenta que me trae estaré callado
11:15.- Parece que está todo listo, se me ocurre preguntar
--¿Has echado el tinto y la gaseosa? -Si hijo, cómo se me
iba olvidar, bonito eres tú, ve bajando los bolsos y los metes en el coche.
11:45.- Por fin nos encaminamos para el relax, la
tranquilidad y el sosiego a la orilla del mar en compañías de los amigos y sus respectivos
hijos, es un decir.
12:10.- Llegada, los estacionamientos están a topes no se ve
ni un hueco, doy varias vueltas allá en el fondo diviso un espacio, aparco con
mucha dificultad es muy reducido pero consigo estacionar, eso sí estoy muy
alejado donde se encuentran mis amistades, pero es lo que hay
12:25.- Operación descarga. Cesta con comida, nevera de
playa (parecida a las maletas de madera de antaño), mochila con la caseta,
bolsa con los hierros de la caseta, flotadores de los niños entre otras. La
arena achicharra, sopla un viento de poniente que hace levantar la arenisca,
esto es la playa o un sucedáneo del Sahara. El agua estará congelada, vamos que
no pienso ni acercarme a la orilla. Uno de los amigos me hace señales, me
encamino a su encuentro.
12:30.- Comienza la instalación de la caseta hay tres más,
de matrimonios amigos ya instaladas, con cierta mala leche han plantado una
sombrilla a la espera de mi llegada. Justo detrás hay una pareja de
extranjeros, el tío un cacha total, ella una despampanante rubia, no quiero ni
pensar que lo que van a pensar cuando le coloquemos delante el mamotreto de
caseta
13:00.- Bueno conseguimos asentarnos, somos cuatro
matrimonios y unos pocos niños que parecen un batallón
-Papa infla el flotador, niño ten cuidado que hoy hace
poniente.
El calor es asfixiante, el viento zarandea la caseta, como
nos descuidemos salimos volando, pero relajémonos vamos a echar un tinto con
gaseosa en amena conversación con los colegas
14:00.- No hay manera de que los menores se alejen un poco
de las casetas en unos pocos metros cuadrados se concentran,
--Niños, iros a la orilla, no veis que estáis molestando,
que estamos como piojos en costura.
Nada no hay manera, a todo esto, si fulanito me ha quitado
la paleta, que ese cubo es el mío, que no te presto la pelota. Para salir
corriendo.
15:30.- Finalizamos el almuerzo, la combinación, pimientos,
tortillas, filetes empanados, todo ello aderezado con un poquito de arena de la
playa ha estado exquisita. Se acuerdan de la enorme sandia, no he podido
catarla, ha desaparecido en un pispas. Aquí todo es de todos, como si de una
comuna se tratara, pero la sandía la pagué yo.
16:30.- He dormido poco y mal, así que voy a echarme una
siesta. Dentro de la caseta hace calor para dar y regalar, me acomodo en el
lateral. Mi señora al quite y es de agradecer, le advierte a nuestros hijos,
--No molestad a Papá.
Pero y los otros ¿respetaran mi sueño? Me duermo de
inmediato
17:05.- Una pelota impacta en mi cabeza, acto seguido un
chorreón de agua sobre mi rostro y una lluvia de arena sobre mi cuerpo, buena
manera de despertar. La mamá del niño lejos de reñirle le ríe la gracia, va y
sin cortarse espeta.
--Despierta dormilón a la playa no se viene a dormir.
Lo que pienso en esos
momentos lo dejo para mis adentros, no quiero herir sensibilidades.
18:30.- Llevo un buen rato sentado a unos de los bordes de
la caseta. ¡Pero es que va a pasar todo el pueblo por delante de mí!
-- ¿Pacurro no te bañas?, Pacurro quítate la camiseta, que
estás más blanco que la leche, ¿Pacurro estás sujetando la caseta? No va a
volar.
Pero que les importan lo que yo haga, ni en la playa se
escapa uno del control ajeno. A todos les dedico una sonrisa hipócrita, los
pensamientos, mejor obviarlos.
19:30.- Parece que el viento va amainando, ya no levanta
tanta tierra y está refrescando algo, el calor no es asfixiante como hace un
rato. El gracioso de turno pasa y sentencia.
--Pacurro es de secano, ¡Que gracioso! (Exclamo).
20:10.- El viento se echó por completo los niños juegan en
la orilla sin peleas, se prestan los cubitos, las paletas, el mar está en
calma, el batir suave de las olas suena a música de fondo, por fin un poco de
relax, vale la pena esperar por disfrutar de estos momentos.
--Francisco ve desmontando que nos vamos. ¿Qué nos vamos
ahora, en lo mejor? Tengo que bañar a los niños, hacer la cena y poner una
lavadora, si me ayudarás a lo mejor podíamos quedarnos, pero hay que marcharse.
A sus órdenes mi coronel.
20:15.- Operación desmonte, siempre pasa igual, como doblo
el toldo de la caseta que no entra en la mochila, llega el amigo listillo
--Quita de ahí inútil que eres muy torpe
20:30.- Operación de vuelta, al llegar al coche observo una
enorme retención de vehículos, cruzar la carretera va a ser casi imposible, hay
una opción, tomar el paso subterráneo, dicho paso te conduce al margen derecho
de tu sentido, evitando tener que cruzar la carretera. Hay un pequeño
inconveniente para acceder al paso, hay que circular por dirección prohibida
unos escasos cincuenta metros, además es un carril de tierra que no lo transita
nadie, no veo porqué han colocado una señal prohibiendo. En aras de la
seguridad decido no hacer caso a la señal de prohibición.
20:35.- Cuando accedo a ese trozo, veo venir un vehículo de
frente, no hay peligro me aparto un poco, el otro vehículo pasará y aquí paz y
después gloria. Al llegar a mi altura la dama que va de acompañante le pide al
conductor que pare (persona conocida, ya que frecuenta Tesorillo). Sin mediar palabra,
comienza a gritar,
-- Usted está loco, no ve que va por dirección prohibida,
Trato de explicarle el porqué, pero no atiende a razones, se
dirige al conductor, que resultó ser su hermano, ambos de apellidos de renombre
de Jerez de la Frontera, como decía, se dirige a su hermano.
--Tú no dices nada, no ve que este tío está loco, a lo que
le contesto. —
--Yo estaré loco pero usted es una gamberra,
El hermano más
prudente y educado, emprende la marcha, lo mismo que hago yo, la energúmena
grita,
-- ¡Rojooooo!
Yo grito más -- ¡Pu..aaaa!.
Qué casualidad el vehículo que me continúa es de la
localidad han presenciado el pequeño sainete, mucho me temo que mañana será vox
populis.
21:10.- El coche ya está en el garaje, las cosas de la playa
descargadas, con la sensación de cansado a pesar que no he hecho casi nada.
Llego al patio donde se encuentra mi madre, le saludo y me contesta, buenas
tardes hijo, has hecho muy bien con ir a la playa disfruta mientras pueda.
¿Disfrutar? , creo que no es el verbo adecuado que tengo que conjugar.
Este relato es pura ficción
Cualquier parecido con la realidad.Es mera coincidencia
¿O, no?
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