miércoles, 20 de marzo de 2019

Dos Cruces en el Camino al Acebuchal



El Acebuchal, fue una aldea donde llegaron a vivir entre cien y ciento veinte personas, trabajadores agrícolas, empleados la mayoría de ellos por la Agrupación de Arroceros Valencianos, dista de Tesorillo unos tres kilómetros y medio . Con el tiempo ha quedado despoblada totalmente, aunque se conservan muchas de las viviendas, que son utilizadas como almacenes o establos de animales. Estando ubicada en  el término municipal de Casares, pero con clara influencia de Tesorillo.


Para llegar hasta allí, hay dos rutas paralelas bien la carretera local CA 8200, o un camino vecinal de tierra. En ese camino , existen dos monumentos funerarios, donde tres personas vieron la muerte de manera trágica. Ambos monumentos son conocidos como la Cruz de Ferrer y la Cruz de don Antonio. 
El monumento más antiguo es el de la  fotografía de  la derecha ( cruz de don Antonio). Se trata de un monolito de cuatro piezas  y una lápida con la siguiente inscripción

D.E.P.
D. ANTONIO BURGUERA VERDERA
APODERADO DE LA SOCIEDAD
INDUSTRIAL Y AGRICOLA DEL GUADIARO
Y D. MIGUEL  VEYN BENNASAR
JEFE DE CAMPO DE LA MISMA SOCIEDAD
MURIERON VILMENTE ASESINADOS EN ESTE LUGAR
EL 18 DE MAYO DE 1943

Ese 18 de mayo de 1943, el maquis la partida de Casares, se cobraron la vida de dos altos cargos de la Sociedad Industrial y Agrícola del Guadiaro, propiedad de la Casa March.
Según la bibliografía, Antonio Burguera  había desafiado al maquis al no entregar cantidades exigidas, una especie de impuesto revolucionario, ya que el maquis eran unos guerrilleros anti franquistas, que combatían al régimen desde la guerrilla. Al parecer Burguera descuido un tanto su seguridad personal y salió al campo sin escolta, no obstante por si acaso, llevaba consigo una cantidad de dinero considerable, por si se tropezaba con los citados guerrilleros.
Así sucedió, pero estos venían con las ideas muy claras, no era otra que cobrarse la vida de Antonio Burguera. Según me contó mi padre, Él les ofreció dinero, y si les parecía poco, iría a por más dejando como rehén a su cuñado Miguel Veyn. No hubo compasión alguna, dispararon a los dos.
Antonio intentó huir ya que montaba una gran cabalgadura, pero al estar el terreno regado recientemente  , el animal se atascó, Miguel permaneció con las manos en alto. También siempre según versión de mi padre, Antonio quedó mal herido, pero cuando observó a su cuñado tendido en el suelo y ensangrentado , comenzó a gritar. " Criminales, asesinos  lo habéis matado" , siendo rematado por un tiro de pistola, por el jefe de la partida .  Tenían lugar los dos primeros homicidios en San Martín del Tesorillo.

Recordatorios de los asesinados.

Ambos cadáveres fueron embalsamados y trasladados a su Mallorca natal. Sus féretros antes de la marcha fueron expuestos en la Casita de Campo.
Por tal motivo se erigió ese monumento, que en la actualidad es muy difícil de ver, ya que la finca en donde se encuentra,   de naranjos y aguacates, a pesar que se encuentra al borde del camino,  la  valla de la finca  está forrada de un mallazo verde que impide su visión. Los lugareños saben exactamente donde se encuentra, pero para los foráneos a simple vista no se ve.

A unos doscientos metros anterior en dirección a la Acebuchal, se encuentra el segundo de los monumentos, este si es visible desde el camino. Más austero, quienes los sufragaron fueron jornaleros humildes, Se trata de una cruz de granito, con un pedestal de ladrillos vistos con la siguiente inscripción

FRANCISCO FERRER VIZCAINO
16 DE JULIO 1951
SUS AMIGOS LE DEDICAN ESTE RECUERDO

Ocho años más tarde, volvía a ocurrir otra tragedia en el lugar. El 16 de julio de 1951, Francisco Ferrez Vizcaino , conducía un tractor con remolque cargado  de  sacos de trigo, recién trillado, era el último viaje, caía la tarde, luego él y sus amigos se marcharían a la feria de La Línea. 
Después de sortear un pequeño puente a continuación venía una curva muy pronunciada, al parecer el vehículo se salió del carril, Francisco intentó reconducirlo hacia la calzada, con tan mala suerte que volcó, cuatro jóvenes más como él salieron despedidos y salvaron la vida, aunque a uno de ellos con el tiempo le produjo secuelas físicas  que le impidió volver a trabajar.
 El que peor suerte corrió fue Francisco,  el conductor, ya que  el tractor le aplastó la cabeza con uno de sus guarda barros. Contaba solo  28 años.

Un modelo como este, fue el que causó la muerte a Francisco Ferrer.

El escandalo, la consternación,  el dolor, se extendieron  rápidamente por todo el pueblo  , Ferrer era una persona muy conocida, jovial , emprendedora, alegre,  que  contaba con la simpatía de todos , además su familia era muy apreciada.  Hermano  de Manuel Ferrer, que tanto años trabajara como administrativo y contable en la Agrupación de Arroceros Valencianos, por tanto tío de José María Ferrer Pulido, a José María no hace falta presentarlo.




Recordatorio de Francisco Ferrez Vizcaino

El golpe en la familia fue brutal, su padre José Ferrer Centeno, murió a los pocos años, sumido en una gran pena. Su madre Magdalena Vizcaino, tuvo que marchar un tiempo hasta la Línea, porque ver el tractor o simplemente oír su ruido, le era insoportable. Aunque murió mayor, no superó jamás la perdida. Su hermano Manolo, se vio obligado a recibir tratamiento psiquiátrico y psicológico.
Son esas muertes que son recordardas a lo largo de varias generaciones, puedo dar fe de ello. Agradecerle a José María Ferrer, la información y las fotos aportadas.

Estás son las historias, contadas de formas reducidas de las dos cruces del camino del Acebuchal. Que recuerdan como tres personas perdieron la vida de manera trágica.
Con el deseo que los jóvenes, conozcan el porqué de sus existencias, es historia local, que debemos persevar a lo largo del tiempo. 

Fotos aportadas por Ernesto González Lobo
 Pacurro, marzo 2019


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