TESORILLO UN PUEBLO SOLIDARIO.
Con el mes de mayo llega para
mí una especie de deber u obligación, que no es otra que escribir una
colaboración para el libro o revista de feria.
Debo confesarles que no
encontraba el tema adecuado para esta publicación. Es cierto que existía uno
muy recurrente, que no era otro que nuestra reciente segregación, la
constitución de municipio independiente. No obstante consideré que sobre
el asunto se había escrito mucho y
todavía no ha hecho más que empezar. Resumiendo no encontraba a que dedicar mi
escrito para este año de 2019.
Hace pocas fechas me tropiezo
con un buen amigo, Antonio León Pajares, un octogenario con una mente muy
lúcida, que recuerda muchas vivencias de nuestra reciente historia, de sus
recuerdos me he valido más de una vez para mis historias publicadas en Blog de
Paqurro.
Antonio es un seguidor fiel de mis escritos, desde 1975 año de mi primer escrito en esta
revista de feria. Me ha comentado muchas veces que cuando recibe la
publicación, lo primero en buscar es mi colaboración.
Como decía me encontré
casualmente con León, después del protocolario saludo, me pregunta ¿si tenía ya
preparado el escrito de feria?, a lo que le respondo, que no sabía por dónde
meterle manos. Mi interlocutor muy amablemente me sugiere, que por qué no
evoco, cuando el equipo de fútbol salía a socorrer a las personas enfermas, que
no tenían seguridad social ni dinero para acudir a un buen especialista.
Antonio es hombre de fácil
conversación, como mencionaba anteriormente de una excelente memoria, me va
nombrando varios casos, en los cuales una persona enferma, necesitaba bien una
intervención quirúrgica o un tratamiento
muy caro, con la obligación de acudir a la medicina privada, desgraciadamente esas
personas no podían hacer frente a los gastos
Estamos hablando de los años
cincuenta y principio de los sesenta del siglo pasado. No todo el mundo en esos
años disfrutaban de una seguridad social pública y gratuita, incluso teniéndola,
los hospitales públicos no dispensaban los cuidados necesarios, no había más
remedio que acudir a lo privado.
El método para recaudar dinero
era el siguiente. Se organizaba un encuentro de fútbol amistoso, en beneficio
de esa persona enferma, el precio de la entrada era libre a la voluntad, un
grupo de guapas señoritas confeccionaban unas banderitas, las cuales colocaban
el día del encuentro a todo aquel que se
acercara. A eso había que añadirle, que con anterioridad, una comisión visitaba casa por casa,
solicitando alguna aportación económica. Entre una cosa y otra, siempre se
cubrieron los gastos, para que esa persona necesitada y enferma, fuese atendida
por los mejores médicos de la zona. Ojo que eran cantidades muy elevadas para
la época, imposible de asumir por la mayoría de bolsillos de los tesorilleros,
menos por un humilde jornalero.
El encuentro que batió récords
de asistencia, fue sobre el 58 o 60, donde se enfrentaron un equipo de viejas
glorias, frente al flamante equipo de la U.D.Tesorillo, aquel legendario equipo
, lo componían, León, Aceitero, Diego el
Carnicero, Tibero, Méndez, Marín, Quesada, Ramitos, Leiva y otros. Menos las
personas impedidas, acudió toda la población, el campo se instaló en el
Secadero, por cierto donde se solía improvisar los terrenos de juegos. Se
cifra la asistencia en más de mil
personas.
Las viejas glorias, se
vistieron en el pueblo y en el viejo autobús de correos de Rafel Gutiérrez,
fueron trasladados al campo. Al bueno de
Rafael lo revistieron de juez de línea, por cierto el árbitro de aquel encuentro
fue mi padre Francisco Quirós Cuenca, Pacurro municipal padre.Sin duda alguna
todo un acontecimiento y por una buena causa.
Este tipo de hechos, se
repitió a lo largo de los años, varias veces, siempre, siempre, Tesorillo, sus
habitantes respondieron con generosidad.
Nos podrán tachar de muchas
cosas, lo que nunca podrán decir es que no somos solidarios.
Francisco Quirós “ Pacurro”
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