domingo, 9 de febrero de 2020

Vivir con riesgo: Patricio González García


El riesgo es una parte sustancial de la condición humana. No se puede en este mundo hacer nada serio sin exponerse, con frecuencia, al fracaso. Y, desde luego, la única manera de no equivocarse nunca, es decir, de equivocarse siempre, es renunciar a toda aventura por pura cobardía.
Yo estoy por el riesgo y contra la seguridad. Estoy por la audacia frente a la comodidad. Creo más humano el atrevimiento que la renuncia sistemática al combate.
Creo que la obsesión por la seguridad es uno de los más graves obstáculos para llevar a cabo una vida.
Por supuesto que no excluyo en esto la prudencia, la reflexión antes de la acción, el saber elegir las mejores circunstancias para emprenderla. Pero está claro que me resulta insoportable esa falsa prudencia que termina por paralizar a uno.
Por eso yo siento poca simpatía por quienes colocan la seguridad ante todo en su vida.
En toda vocación, en toda empresa, hay siempre un componente de riesgo. Y el que no es capaz de arriesgarse un poco por aquello que ama, es que no ama en absoluto. Todas las grandes cosas son indecisas; se ven, pero en la tiniebla; hay que avanzar hacia ellas por terreno desconocido: por eso toda vocación, toda empresa seria, tiene algo de aventura, de apuesta. Y esto implica audacia y confianza.
No estoy apostando, lógicamente, por la irreflexión, por la frivolidad, por el aventurismo barato. Pero si quiero decir que toda apuesta lleva algo de salto en el vacío: uno se arroja hacia aquello que ama y está seguro de que ese salto no será una locura, porque uno nunca se equivoca cuando va hacia aquello que merece ser amado.
Y la vida merece ser amada. Y lo merece a pesar de que uno sabe de antemano que se recibirán en ella muchas zancadillas, que no escasean en absoluto los tropezones.
Pero si uno tiene miedo a tropezar alguna vez, más le vale no levantarse de la cama por la mañana y entonces se consigue no sufrir pero eso es porque ya se está muerto.
Algeciras a 6 de febrero de 2020
Patricio González

No hay comentarios:

Publicar un comentario