Estas historia, lleva dentro de mí muchos años, tengo conocimiento de ella desde finales de los 80 o principio de los 90. Antes de continuar quiero resaltar dos cosas. Primero que quien me contó esta historia, fue una persona sencilla, humilde y trabajadora, por desgracia con muy escasa formación cultural, ser un tanto inocente, además de ser hombre cabal para nada mentiroso, sin capacidad para poder inventar tal situación y con el añadido que no le dio importancia. La segunda viene derivada de la primera, no me la he inventado, doy mi palabra de caballero, quién quiera creerlo que lo crea, quien no, allá ellos. A mis 65 años no tengo que demostrar nada, ni agradecer nada extraordinario a nadie, solo agradezco el cariño y amistad de muchos de vosotros.
Vayamos al grano. Me habían contado que cierta persona (varón), ya lo he descrito antes, hablaba que una vez vio a uno seres extraños en los márgenes del río Guadiaro. Debo confesar que este tipo de temas me gustan, durante mucho tiempo en la radio he oido muchos programas al respecto.
Un día concretamente en el antiguo hogar del jubilado, hoy biblioteca municipal, abordé a este buen hombre, ademas nuestra relación era bastante afectuosa.Para nada se mostró reticente o esquivo a contar su peculiar experiencia, además me recalcó varias veces, " Sí que lo vi, si me ponen de loco que me pongan. Me contó que una mañana de principios de verano, cuando clareaba y todavía no había salido el sol, se disponía a llevar a una yunta de mulos a beber al rio, concretamente al paraje conocido como " Charca de las piedras", esa charca hoy no existe pero les sitúo. Se accede al lugar por el camino donde esta situada la antigua depuradora, un camino vecinal que comienza al borde de la carretera dando vistas al Cortijillo y que desemboca en la ribera del Guadiaro, en ese lugar el rio hacía un recodo formándose un charchón que los niños aprovechábamos en verano para bañarnos, al existir muchas piedras la bautizamos como la charca de las piedras.
Me decía que los mulos eran muy tranquilos, que no solían asustarse, ni de ruido, perros, vehículos en marcha, etc., aquella mañana notó cierto nerviosismo en los animales, nerviosismo que iba en aumento conforme se acercaban al abrevadero, con resoplidos no habituales, es más hasta se resistieron a continuar por lo que tuvo que forzarles. Cuando llegó al lugar pudo ver perfectamente, tres hombrecillos, él los describas bajitos con las cabeza muy gorda, que todo fue muy rápido una vez que notaron su presencia, se montaron en un extraño aparato, empezó a volar y se perdió por el cielo, mas exactamente me dijo , aquello hizo puuffff y se perdió por el cielo.
Yo si le di credibilidad a sus palabras, sabía de sobras que mi interlocutor no mentía, pero un tanto cobardemente no se lo comenté a casi nadie, y cuando lo hice había transcurrido mucho tiempo, ya había fallecido el protagonista de la historia.
No hace mucho, oyendo el programa de madrugada La Rosa de los Vientos de Onda Cero, hablaron de varios testimonios, distantes entre sí y muy parecidos al que nos ocupa. Animales domésticos que notan la presencia con antelación, zonas rurales de interior relativamente cercas del mar y rica en cultivo con un rio cercano, avistamientos de esos seres, que concuerdan con lo que me describieron a mí
Ahí lo dejo, cada cual que crea lo que quiera, yo repito que la persona que vivió o supuestamente vivió esta experiencia, no mintió y mucho menos imaginó tal cosa.
Pacurro, abril 2020
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