Me han llamado pesado con el tema del coronavirus porque vengo insistiendo en que el virus sigue ahí y la relajación ha sido bastante grande. Relajación por todos lados, que sí , que muchos jóvenes se han creído inmunes contra el covid y viven como si no existiera poniéndose en peligro ellos mismos y también a sus familiares y amigos. Y de ahí, de manera exponencial , a muchísimas personas. Pero no sólo han sido los jóvenes porque este país de charanga y pandereta se ha relajado entero, desde el propio Gobierno que está en modo vacaciones, hasta las Comunidades Autónomas que cada una ha ido tomando decisiones de manera totalmente descoordinadas con el resto y, además, a salto de mata, a verlas venir.
Así, estamos, otra vez, en una situación no deseada a pesar de que ayer mismo Fernando Simón lo negaba. Somos ya el primer país de Europa en número de contagios y se nos trata casi como apestados. Y lo peor es que sigue muriendo gente, siguen las residencias de mayores con muchísimos contagiados y en toda España.
Hoy, el Ministro de Sanidad se ha venido de sus vacaciones en el precioso pueblo de Cretas en la comarca de la Matarraña (Teruel), para tener la reunión interministerial con los diecisiete consejeros de sanidad. Y por primera vez en dos meses, se han decidido una serie de acciones en común y aprobadas por unanimidad, algo que se tenía que haber hecho hace tiempo y no que cada uno ha ido por su cuenta , encontrándonos con normas diferentes dependiendo de cada Comunidad Autónoma.
Las dos principales medidas adoptadas son la de la prohibición de fumar en la calle y terrazas mientras no haya la distancia social de dos metros. Y por otro lado, el cierre del ocio nocturno: discotecas y bares de copas.
Lo triste es que ya nos encontramos en la segunda oleada del virus, con más de 45.000 muertos y con una ruina tremenda. No se tenía ningún plan B y otra vez nos ha cogido con el paso cambiado, sin previsión alguna, con los mismos problemas de los sanitarios faltando infraestructuras y con empleos precarios en muchos casos, además de falta de profesionales.
Estamos en un pozo por mucho que no se quiera ver pero es que, además, estamos a menos de un mes del comienzo de curso y empieza a dar miedo porque desde las Comunidades Autónomas hasta el Gobierno nos siguen mintiendo en cuanto a un mínimo de garantías.
Suerte a todos que nos va a hacer falta.
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