El pasado sábado 10 de mayo, en Tesorillo, se celebraba el segundo turno de primeras comuniones. Entre los niños que esperaban con ilusión ese día tan especial, se encontraba la pequeña Oriana, una niña tesorillera que contaba las horas para recibir por primera vez el cuerpo de Cristo. Sin embargo, el destino quiso que ese momento se viera empañado por un contratiempo inesperado: su abuela sufrió un problema cardiovascular que requirió un ingreso hospitalario urgente.
Ante una situación así, no hubo lugar para dudas: la familia se volcó en lo verdaderamente importante. Pero Oriana, como es lógico en una niña de su edad, sintió la tristeza y la decepción de ver truncado uno de los días más esperados de su infancia.
Hoy, sin embargo, la parroquia de San Martín de Tours de Tesorillo se ha llenado de alegría. Oriana ha podido celebrar, por fin, su primera comunión. Y no lo ha hecho sola. Sus compañeros y compañeras, junto a sus padres, han decidido acompañarla en este momento tan especial. Todos, vestidos nuevamente con sus trajes de comunión, han vuelto a la iglesia para que Oriana tuviera su ceremonia como si fuera el mismo día grande.
Ha sido una celebración tan solemne como la del sábado anterior, pero con un matiz aún más profundo: el gesto generoso y solidario de unos padres y unos niños que, a pesar de su corta edad, han demostrado una enorme capacidad de empatía y compañerismo.
Oriana no olvidará nunca este día. No solo por haber hecho su primera comunión, sino por haberlo hecho rodeada del cariño sincero de quienes, con su presencia, le regalaron un recuerdo imborrable.
Desde Blog de Paqurro, queremos felicitar a Oriana y a sus compañeros por su bello gesto. Todo lo acontecido viene a rubricar lo que siempre hemos defendido: Tesorillo es un pueblo solidario
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