jueves, 29 de mayo de 2025

In Memoriam: José Blanco Aguayo; un recuerdo justo

 



Pacurro

 

Hace unos días nos dejó José Blanco Aguayo, a los 80 años. No soy partidario de regalar alabanzas cuando alguien ya no está entre nosotros. No me gusta maquillar las vidas ajenas como si solo hubieran sido ejemplo y perfección. Las personas somos mezcla de luces y sombras, y José, como cualquiera, no fue excepción.

Pero si algo me mueve a escribir estas líneas, es la necesidad de dejar constancia con sencillez y respeto de lo que José sí aportó a nuestro pueblo. De lo que, sin aspavientos, sumó a la vida cultural de Tesorillo.

Tuvo siempre buena disposición cuando se le requería como actor en el grupo de Teatro Callejero. Fue el Padre Natera en todas las representaciones llevadas hasta ahora, él se encargaba de encontrar el atuendo adecuado . Y en el Belén Viviente, donde hacía falta carácter  se metió en la piel de Herodes  . Lo hacía  con un punto de ilusión infantil, como quien disfruta aportando lo que puede.

No quiero olvidar tampoco su etapa al frente de la biblioteca municipal. Lo hizo de manera completamente altruista. Sin sueldo, sin horario fijo, pero con el compromiso de quien entiende que una biblioteca no es solo un cuarto con libros, sino un espacio de encuentro, de cultura y de posibilidades. 

Hoy me limito a eso: a reconocer, sin adornos ni dramatismos, esos gestos concretos que hablan de una persona. José ya no está, pero su paso por Tesorillo dejó huellas sencillas. Y eso, para mí, merece ser contado.

“No hacen falta grandes gestas para dejar memoria; a veces basta con decir sí cuando el pueblo llama.”

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