lunes, 25 de agosto de 2025

Afición no es profesión: Pacurro

 

 

 

 


 Pacurro 

 

 “Está muy bien tener aficiones artísticas, pero no olvidemos que no todo el que escribe es escritor, ni todo el que canta es artista, ni por publicar en las redes, eres periodista, ni actor por representar alguna obra  . Lo importante es disfrutar… con humildad y los pies en el suelo.”

Hoy me he detenido a pensar en lo curioso que resulta este tiempo que vivimos. Basta que alguien escriba un relato , un artículo o parecido, pinte un cuadro o cante una coplilla para que, con un par de felicitaciones rápidas, ya se sienta reconocido como si fuese un artista consagrado.

Y ojo, no quiero que se me malinterprete: me parece estupendo que la gente corriente, la gente de a pie, tenga inquietudes artísticas. Al contrario, creo que es una riqueza que cada cual se atreva a sacar de dentro lo que siente, sea escribiendo, cantando, pintando o tocando un instrumento. Eso nos humaniza y nos da vida como pueblo.

Pero una cosa es tener afición —que insisto, es buenísima y necesaria— y otra muy distinta es proclamarse profesional porque dos o tres   aplauden lo que hacemos. El arte, la literatura,  el periodismo, la comunicación, etc. ,  en cualquiera de sus formas, exige mucho más: preparación, conocimientos,  estudio, constancia, disciplina, cualidades innatas, que se tienen o no,  y sobre todo humildad para reconocer que siempre hay un camino largo por recorrer.

No se trata de desanimar a nadie, todo lo contrario. Que nunca falten esas ganas de crear, un ejemplo, Tesorillo cuenta con dos grupos de teatros, sin los cuales esa disciplina tan bella no llegaría al pueblo.  Pero conviene hacerlo con los pies en el suelo, sin creernos más de lo que somos. Porque el valor de esas pequeñas creaciones no está  en los aplausos fáciles, sino en la sinceridad con que se hacen y en la alegría de compartirlas.

Al final, lo más importante no es que nos llamen artistas, sino que lo que hagamos nazca de la verdad y del corazón. Y eso, con humildad, vale mucho más que cualquier reconocimiento pasajero.

Reflexión: Este relato lo escribo, sobre todo  para aplicármelo en primera persona, no quisiera, que " los me gustas" en Facebook, los comentarios, las frases como "¡que buena labor estás haciendo!" o cuando una persona con la cual no tienes una relación fluida, bien por la distancia, bien por otra causa, dice " Te sigo", (otra cosa es  saber, cuantos de esos halagos son verdaderos o pura hipocresía)  . Me distraigan  de la realidad, me hagan creer algo que no soy , hablando en alto y claro , que termine por creérmelo   "Zapatero a tus zapatos" 

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