Esta foto con mucha probabilidad de principio de los 60 , junto a otras muchas que iremos compartiendo, nos la ha hecho llegar nuestro buen amigo Jesús Rodríguez Martín. Si digo Jesús “El Aceitero”, estoy seguro de que a muchos se les encenderá la memoria y hasta la sonrisa.
El lugar… qué decir del Bar Central. Más que un bar, fue punto de encuentro, parte de la historia y del alma de Tesorillo. Al mirarla, uno casi siente el frío del invierno —quizá las navidades.
Se nota el ambiente de camaradería, las bromas sencillas, la guasa sana que giraba en torno al que aparece en primer plano, de espaldas. Eran ratos de amistad verdadera, de esos que se graban para siempre aunque entonces nadie pensara que estaba construyendo recuerdos.
Y qué curioso: todos bebiendo lo mismo, muy probable un coñac de la época, como símbolo de que lo importante no era la copa, sino la compañía.
Por lo que me contaron y por mis propias experiencias, el Bar Central fue un lugar de vida, de encuentros, de confidencias y de risas. Cada foto es una ventana abierta a esos tiempos, y al mirarlas uno siente que, aunque el tiempo pase, hay recuerdos que siguen tan vivos como el primer día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario