Jerónimo Sánchez Blanco, ha tenido la gentileza de enviarnos este post, editado por la agencia EFE. El cual como mucho gusto reproducimos íntegramente.-
Estrasburgo (Francia), 26 sep (EFE).- Las vidas de Jerónimo Sánchez Blanco (79 años) y Javier Martínez (20) parecen que recorren un cauce similar, aunque con décadas de diferencia, Sánchez estudió ciencias políticas en la Universidad Complutense de Madrid, donde terminó siendo profesor, y Martínez cursa esa carrera en el mismo centro. Ahora sus caminos se encuentran en Estrasburgo para dibujar el futuro de la Unión Europea (UE).
Ambos participan en los paneles ciudadanos de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, que ha reunido a un nutrido grupo de 200 ciudadanos en la ciudad francesa para reflexionar sobre el devenir del proyecto europeo y trasladar hasta las más altas esferas europeas sus inquietudes, sueños y anhelos.
Ellos dos son la personificación del pacto generacional, entre una generación, que llega con ansias de reformar un proyecto, y otra que ha ido abriendo muchos de los caminos por los que ahora los más jóvenes transitan y que quiere asegurar un futuro mejor para los que vienen detrás.
No es la primera vez que Sánchez Blanco participa en un proceso deliberativo de gran calado y que marcará el rumbo de toda una nación, o en este caso conjunto de naciones. Él fue diputado de las Cortes españolas entre 1977 y 1979 (tras las primeras elecciones libres que se celebraban en España tras el fin del franquismo) en la legislatura de la que se engendró la Carta Magna del 78. Más de 40 años después vuelve a defender sus ideales en un parlamento, pero esta vez a nivel paneuropeo.
Su “vieja ilusión” y su sueño de Europa se ha materializado, dice a Efe, en estas jornadas de reflexión sobre el futuro de la UE. “Estamos en un momento en el que la Unión se ha despertado, pero las perspectivas que ellos van a encontrar (los jóvenes) son muy distintas a las que nos encontramos nosotros”, defiende.
Porque el futuro que la juventud vislumbra es “en muchos casos pesimista”, manifiesta por su parte Martínez, aunque esa desazón “alberga esperanza, una posibilidad de mejora” porque al final “nuestra generación -dice- tiene ese compromiso de buscar una mejor situación para Europa”.
LA HOJA DE RUTA DEL FUTURO DE LA UE
El Estado de Derecho y los valores democráticos han sido los principales platos del menú este fin de semana, temas conectados inexorablemente con la Carta de los derechos fundamentales que debería ser la “hoja de ruta” para perfilar el devenir de la UE, opina Sánchez Blanco, quien lamenta que esta declaración sea “la gran desconocida de la juventud y los mayores”.
“La situación de partida de hace casi 50 años, anterior al avenimiento de la democracia, si lo comparamos con ahora hemos avanzado lo indecible”, reflexiona el también expolítico sobre las libertades y derechos de la juventud, aunque reconoce que hay “problemas en el futuro”.
Problemas como el cambio climático, la crisis derivada de la pandemia o la escalada de tensión geopolítica, apunta Martínez quien ve en la UE una “gran oportunidad para solucionarlos" y poner un “paréntesis a esa escalada militar y no seguir los caminos de la OTAN".
DANDO LA VOZ A LA JUVENTUD
A diferencia de otros que creen que en estos asuntos la batuta la debe sostener las personas de más edad, Sánchez Blanco dice que en este juego su generación “ya tiene poca cancha” y lo justifica reflexionando sobre cómo la democracia desembarcó en una España que debía decidir qué rumbo tomar una vez Franco había muerto.
“Nuestro tránsito a la democracia no daba mucha cancha a la generación anterior porque estaban traumatizados por la guerra civil. No les hicimos mucho caso porque sino nos hubiéramos quedado en casa, todos asustados porque viene la policía, el ejército se va a levantar, etc.”, alega.
Pero sí se permite darles un consejo: “No seamos nunca en la política internacional simplistas porque la complejidad se ha instalado en los problemas de la UE y del mundo”.
Mientras tratan de hallar la manera de moldear el futuro de la propia UE, ellos tienen claro qué representa para ellos. “La UE es la oportunidad de hacer que la voz de países pequeños sea escuchada”, dice Martínez.
Por su parte, Sánchez Blanco utiliza las grandes enredaderas situadas a su espalda y que ocupan la parte central de la Eurocámara para tratar de expresarlo “Para mí el sueño europeo de mi juventud en cierta medida o en gran medida lo he visto realmente de manera tangible y simbólicamente con estas plantas que han crecido en el PE, signo de vida y signo de futuro”, explica.
Jorge Ocaña
(c) Agencia EFE
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