| Benito Mariscal Márquez |
El padre de la idea, a quién se le ocurrió , no fue otro que nuestro vecino Benito Mariscal Márquez. Jubilado de 85 años, poseedor de una lucidez fantástica, ( ¿donde hay que firmar, para llegar así a esa edad ?) . Natural de Ojén ( Málaga), pero que reside en Tesorillo desde los diez años. En su vida laboral ha ejercido como agricultor y camionero, persona muy amable y a la vez elocuente a la hora de entablar una conversación, con escasos estudios, pero poseedor de una gran imaginación y sabiduría , tantas como fuerza física poseyó en sus años jóvenes
Benito se hizo adulto en el Cortijo de La Isla, Él y su familia trabajaron para su propietario, Gregorio Quesada Márquez, un señor como muchos posibles, natural de Málaga y que fue conocido como Canito .
En principio cuando no existía puente alguno, el trasvase del río se hacía a lomos de un caballo, que según nos cuenta era noble y fuerte, pero cuando le parecía en pleno río materialmente se lanzaba al agua, mojando por supuesto a los que iban en su cabalgadura. El algodón había que recolectarlo y la gente era remisa a montar al corcel , por el peligro y sobre todo por el riesgo del chapuzón. A todo esto, cuando el Hozgarganta se desbordaba quedaban incomunicados. Para nuestro interlocutor la necesidad de un puente era apremiante
El propietario ordenó construir uno de mampostería, que fue un auténtico fiasco. Fue derruido en la primera avenida del Hozgarganta, se fueron aguas abajo 50.000 pesetas de las de antes. Benito no dejaba de darle vueltas a la cabeza, había que construir un puente como fuese
Un día visita a su hermano Pedro, en el Centro de Instrucción de Reclutas, que durante varios años estuvo ubicado en el paraje La Almoraima de Castellar. Allí observó, un artilugio para entrenamiento de los reclutas, a base de cuerdas aéreas, eso le iluminó . Tenía la solución un puente colgante .
Ahora tocaba convencer al patrono, muy escarmentado con el puente anterior y la perdida de las 50.000 pesetas. Costó casi un año hacerle entrar en razón
Él mismo dibujó el primer boceto, el propietario lo llevó a Málaga, consultó con técnicos y dio carta libre para el izado de un puente colgante. Benito buscó al constructor que levantará los pilares a ambas orillas, donde irían sujeto los cables de acero, un valenciano residente en Guadiaro, conocido como el Che, junto a Paco Villar ( Paco el mecánico), se encargó de tensar los cables de acero , Pepe Casuso ( maestro de maestros carpinteros), fabricó las tarimas de la pasarela. La fecha no la recuerda exactamente, pero por eliminación podemos datarla entre 1954 0 1955
Pero los principios no fueron todo lo bueno que debieran. El puente en los días de viento se balanceaba demasiado siendo un auténtico peligro para quien osara atravesarlo, tanto que el propietario Gregorio Quesada , un día de fuerte ventolera cayó al vacío, tuvo que ser hasta hospitalizado y la desgracia pudo ser mayor. Otro inconveniente su primitiva altura no era la idónea, en una de las frecuentes riadas de aquellos inviernos, un árbol arrastrado por la corriente impactó causándole desperfectos. Gregorio Márquez montó en cólera, influenciado por el fracaso del primer puente.
Benito consiguió de nuevo convencerle y aportó soluciones. Se reforzaron los cables y desde los cables horizontales que servían de asideros y se instalaron otros en sentido vertical , desde la base del puente hasta los cables reseñados, además de darle mas altura. Hasta el día de hoy
Esta es la pequeña historia del Puente Colgante de La Isla, cuya existencia se la debemos en gran parte a un vecino nuestro Benito Mariscal Márquez. De no ser por su nieto nunca nos habríamos enterado que gracias a su imaginación, constancia y esfuerzo , exista en Tesorillo , el Puente Colgante de La Isla, una bella construcción en un bonito paraje natural
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