lunes, 10 de marzo de 2025

"La A.M. Palmeras, con 34 años de historia, celebró el Día de la Mujer"

Una de las asociaciones más longevas de nuestro municipio, con 34 años de historia, celebró ayer el Día Internacional de la Mujer en un emotivo acto que tocó el corazón de todos los presentes.

A pesar de la tarde desapacible, con aguaceros que parecían querer deslucir la jornada, el salón de actos de la Casa de la Cultura registró una buena afluencia ,  de personas dispuestas a rendir homenaje a tres mujeres admirables de nuestra localidad: Lázara Ruiz Osorio, Fina Rojas Castillo y Paqui Sánchez Sánchez. Esta última, tras seis años de entrega y compromiso como presidenta de la Asociación, cedía el testigo a Carmen María López Fernández, quien asumió con ilusión su nuevo cargo en una fecha tan significativa.

El acto comenzó con una profunda reflexión sobre el significado y la historia del 8M, a cargo de la nueva presidenta. Luego, Mariana O’Donnell, flamante vicepresidenta, emocionó al público con la lectura de un relato de su autoría sobre Isabel I y la huella imborrable que dejó en la historia de España. También se leyeron semblanzas de mujeres andaluzas y rurales, ejemplos de resilencia  y empoderamiento , cuyos nombres tal vez no ocupen los libros de historia, pero sí los corazones de quienes reconocen su lucha y legado.

Uno de los momentos más conmovedores de la tarde llegó cuando se dieron a conocer las semblanzas de las homenajeadas y los motivos por los que la Asociación les rendía tributo. Fue entonces cuando Carlos Segovia, hijo de Lázara Ruiz Osorio, tomó la palabra. Con la voz entrecortada por la emoción y el peso de los recuerdos, logró expresar con valentía la historia de su madre, resaltando su fortaleza ante las adversidades, especialmente la dolorosa pérdida de dos de sus ocho hijos. Su testimonio conmovió hasta las lágrimas a muchos de los presentes, que sintieron en cada palabra el reflejo de una vida marcada por el amor y la resiliencia.

Como símbolo de gratitud y reconocimiento, las tres homenajeadas recibieron una orquídea y un pergamino que inmortalizará este día en sus memorias.

El acto concluyó con una merienda repleta de calidez y fraternidad, donde los asistentes compartieron dulces, té, café y chocolate, en un ambiente cargado de emoción y gratitud. Un día inolvidable que, más allá de la lluvia, quedó grabado en el alma de todos los que tuvieron el privilegio de vivirlo.

Les dejamos un vídeo con  imágenes del evento  




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