Fotos como esta que hemos captado, ya habían circulado en redes sociales, denunciando una realidad difícil de entender: alimentos donados por asociaciones benéficas como Cáritas o el Banco de Alimentos acababan, incomprensiblemente, en los contenedores de basura. ¿Por qué acapararlos si luego van a ser desechados?
Pensábamos que algo así no ocurriría en nuestro Tesorillo, pero estábamos equivocados. En un contenedor de la calle Huertas, esquina con calle Larga, han aparecido los alimentos que mostramos en la imagen.
No logramos comprendedlo. Somos conscientes de que controlar este tipo de acciones tan despreciables es complicado, pero las autoridades competentes deberían garantizar una mejor supervisión sobre quién recibe estos alimentos y si realmente los necesita. Eso sí, sin que paguen justos por pecadores: quienes de verdad los requieran deben seguir recibiéndolos.
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