Recientemente, nuestros equipos cadete y juvenil de la Unión Deportiva Tesorillo han finalizado su participación en las fases de ascenso. Aunque en esta ocasión no se consiguió el objetivo, queremos destacar algo que está por encima del resultado: haber llegado hasta ahí ya es motivo de orgullo.
Porque no todos llegan. Y porque, cuando se llega, hay que saber estar. La U.D. Tesorillo sabe reconocer la superioridad del rival y no tiene problema en felicitar al que gana. Medio siglo compitiendo —50 años ininterrumpidos en los campos de fútbol— nos ha enseñado a valorar tanto la victoria como la derrota, con humildad y con respeto.
Son muchos los clubes que han venido y se han ido. Otros aún están dando sus primeros pasos. Pero nosotros llevamos cincuenta años caminando. Cinco décadas defendiendo un escudo que no se entrega por capricho, sino que se honra en cada entrenamiento, en cada partido, en cada temporada.
Este año, junto al escudo, los jugadores han portado también el emblema del 50 aniversario, no solo los jugadores, sino un gran número de aficionados de ambos sexos, aficionados que han acompañado y animado a sus equipos . Juveniles y cadetes lo han hecho con orgullo, con coraje, con entrega y con honor. Y eso, más allá de los marcadores, es lo verdaderamente importante.
Cada cual celebra las victorias como quiere. La U.D. Tesorillo no se flagela en las derrotas, ni se vuelve loca en las victorias. Simplemente, sigue su camino. El mismo camino que lleva cincuenta años recorriendo, sin faltar nunca a la cita con la competición.
Gracias, cadetes y juveniles, por representar con tanta dignidad al club. Y gracias a la afición, por estar siempre ahí.
La historia continúa
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