Este
relato lo he hecho coincidir adrede con la conmemoración del Día de la Mujer,
otrora Día de la Mujer trabajadora.
Eso
no quiere decir que mi relato vaya dirigido a tal evocación. Otros más doctos,
más formados, lo han hecho y lo estarán haciendo.
Ahora
bien. He querido que en esta fecha mi escrito, vaya dedicado a una mujer tesorillera, a la cual le
proceso, cariño, admiración, honrándome con su amistad.
Hablo
de Rosa María Estorach Escurriola, conocida por todos como Rosi Estorach.
Rosa
nació en Tesorillo en el mil novecientos
ti tantos. No pudo nacer en una calle más emblemática, calle Real nº 5 (antiguo
estanco).
Tras una breve estancia en la finca de don Jaime Font, su familia por razones de trabajo se trasladó a Coria del Rio (Sevilla), cuando ella contaba siete años. Allí permaneció hasta los trece años, en los que regresó a su pueblo y el mío, hasta nuestros días.
Tras una breve estancia en la finca de don Jaime Font, su familia por razones de trabajo se trasladó a Coria del Rio (Sevilla), cuando ella contaba siete años. Allí permaneció hasta los trece años, en los que regresó a su pueblo y el mío, hasta nuestros días.
Para
nada voy a significar, que Rosa sea modelo de nada ni de nadie. Que personas
como ellas pueden existir muchas, yo
personalmente estimo que no tantas, para gustos los colores.
Con sus padres y hermana Mari.Bar Central |
Sus
apellidos son netamente catalanes. Su familia procede de un pueblo de la
provincia de Tarragona, La Aldea, curiosamente se segregó de Tortosa en 1983, ¿les
suena eso de algo?
El motivo por el cual su familia se trasladó a Andalucía , su padre Rafael, fue contratado por un empresario arrocero sevillano, en un
principio se afincó en Coria, posteriormente en Tesorillo. De los tres hermanos
es la única nacida en Andalucía.
En
mi opinión ha hecho un compendio de lo bueno catalán y de lo bueno andaluz. Ha mezclado, el seny catalán con el espíritu abierto y
emprendedor de los andaluces. La afabilidad, la honestidad, de su padre, con ser una persona innovadora
como su madre.
Al respecto le contaré que Cinta Escurriola,
madre de Rosa, fue una mujer avanzada para su tiempo, valga un ejemplo. Montaba
en bicicleta, una mujer casada que montase en bicicleta a solas en los años
cincuenta, era todo un atrevimiento. (Lo he sabido, porque mi madre me lo contó
muchas veces, admirada por ello).
Rosa
es una persona creativa, dinámica y en su juventud transgresora. Ella procede
de la generación del Plantel, esa donde un grupo de jóvenes dimos un paso al
frente, para que cambiasen las rancias y retrogradas costumbres, en la relación
entre chicos y chicas.
En
1974, realizó un curso para obtener el permiso de conducir de tractorista, creo no equivocarme, era la primera
mujer que acudía a este tipo de curso.
Hay que situarse en el momento histórico. En
esas fechas existían muchos prejuicios sociales a que la mujer accedería a determinados
puestos. Al margen de la necesidad de obtener dicho permiso, fue una manera de reivindicar los nuevos roles
de la mujer.
Curso para la obtención del permiso de tractorista. Año 1974 |
Creadora
de varios blog. Autora de piezas de teatro. Poeta, escritora. Con una gran
actividad, cultural y organizativa
dentro de la Asociación de Mujeres Las Palmeras y muchas más inquietudes
culturales. Regentó una academia donde impartía mecanografía. Todo ello lo compaginó perfectamente con sus funciones de esposa y madre.
La
vida le ha deparado grandes y dolorosos sinsabores, ante esos difíciles
escollos, ha mostrado una gran entereza y capacidad para seguir adelante.
Aunque como dice el dicho popular “Por dentro va la procesión”.
Si alguien piensa, que no es nada
extraordinaria, que como ella hay muchas, que lo que hace lo hacen otras. Admitido,
pongamos pulpo como animal de compañía. Pero yo solo digo, que Rosa Estorach
solo hay una.
En
esta fecha, solo me falta unirme a la
conmemoración del Día de la Mujer. Felicitar a la Asociación de Mujeres Las
Palmeras y a todas las mujeres en general. Animarles en su lucha a ver si de
una vez, se acaban las desigualdades entre sexos.
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