miércoles, 23 de mayo de 2018

LIBRO DE FERIA 2018. CHICAS OLIMPICAS POR SALVADOR DELGADO MOYA




Hay días, durante la semana,  que el aire en un cierto lugar es vapuleado a conciencia, por un grupo de  increíbles, valientes y admiradas mujeres.  Les explico...
Algunas de nuestras protagonistas se levantarán al alba, tomarán un pequeño desayuno, harán las tareas prioritarias de la casa y se enfundarán una ropa lo suficientemente cómoda para empezar con ilusión la revolución de su cuerpo y su espíritu.

Bajo la batuta de la incombustible Charo- a la que hay mucho que agradecer- empiezan a funcionar bajo una misma sinfonía los músculos y huesos de nuestras “chicas”. ¡Que empiece la música!
El ambiente cargado de compañerismo, adoctrinadas para ejecutar los ejercicios con predeterminación. No hay parada, no hay descanso. Con una música pegadiza de fondo, estas intrépidas féminas demuestran cómo se hacen las cosas con ilusión, compromiso, dedicación y mucho esfuerzo.
¿Entretenimiento? ¿Con vuestra edad? Creo que lo de vosotras es de otra galaxia, no es normal. No es normal que abuelas con sesenta, setenta y ochenta años luchen contra la fuerza de la gravedad, como lo hacéis vosotras, con los achaques cotidianos pertinentes, y todo acompañado con una inmensa sonrisa, signo inequívoco de que estáis disfrutando con lo que hacéis.
La escena es digna de una secuencia de la película “Fama”, con menos intensidad y menos complejidad, pero con las mismas ganas, cargando las pilas con intenciones positivas, sonriendo ante el sufrimiento y echándole un pulso a lo establecido.
Y lo bonito de esta historia, aparte de las protagonistas, es el tiempo. El tiempo que lleváis convirtiendo la ilusión en realidad; dándole analgésico natural a rótulas descalcificadas; engañando a esa puñetera artrosis; ablandando con continuidad la rigidez de las cervicales; dando calor a lumbalgias; reseteando mentes cargadas de años que no quieren resignarse a la inmovilidad; dándole verdadero significado a la definición de “poder y querer”; cómplices y amigas de batallas diarias a ritmo de música tecno, bachatas, merengues y cumbias.
¡Estas son las superabuelas! Las que consiguen con su esfuerzo ser admiradas y aplaudidas.
Para algunos quizás las hazañas que realizan no sean  motivo suficiente para ser homenajeadas, pero si os digo  la verdad, sobran motivos, sobran palabras, sobran escusas, sobran imposibles, sobran  muchas cosas y faltan mujeres como vosotras, esposas como vosotras y abuelas como vosotras para darnos lecciones a otros y otras más jóvenes de cómo puedes llenar tus músculos de cansancio pero con gusto, cómo avivar el corazón a ritmo de ilusión, cómo levantar ánimos decaídos a golpe de esfuerzo, y cómo endulzáis vuestra vida y la de la familia con las inconmensurables ganas de vivir y seguir disfrutando de la vida.
Por todo ello, que sepáis que al igual que yo, habrá mucha gente que no tenga ningún tipo de dudas en que,  cada vez  que os ejercitéis, cada vez que vuestros huesos crujan, cada vez que vuestros músculos se estiren al máximo, cada vez que bailéis alzando brazos y piernas, cada vez que hagáis eso, sois merecedoras de medallas de oro en la categoría de coraje, valentía, osadía y atrevimiento.
El Club de Gimnasia de Mantenimiento de Tesorillo año tras año (y ya van más de treinta) está batallando diariamente, con mucho esfuerzo, pero también con mucha ilusión, fe y ánimo,  alimentando el deporte, el sacrificio, el sufrimiento comedido, para crear una simbiosis perfecta con la vida, con la familia, con las amistades y con el propio cuerpo por y para el bienestar de vosotras y también, el nuestro.
Porque la felicidad que irradiáis sobre la tarima de esa sala es digna de alabanza, meritoria de principio y fin, merecedora de ser divulgada y transmitida sin añadirle nada, porque la esencia principal y necesaria de un trabajo exquisito y elegante la ponéis vosotras.


Entre las chicas puedo y debo y dar las GRACIAS a:  Caroli Segovia, María Moreno, Paqui Oliva, Mª Carmen Orcha, María Ruíz, María Padilla, Angelita Oliva, Francis Cobalea, Irene Navarro- Isabel León, Pepi de la Flor, Pepi Gutiérrez, Rosario Merchán, Sofía, Teresa y Mari Ortiz, Araceli Sánchez, Antonia Ocaña, Inma Galiano, Ángeles Gallardo, Ana Rosa Bañasco, Ana Mª García,  Ani Serrano, Isabel Millán, Lourdes Martín, Adela García, Ana Castro, Rosario Gutiérrez, Margarita, Pepa Cano, Antonia Rodríguez, Josefa Ramos,  Delia, María Cinta, Juani Jarillo, Juani Díaz, Juani Vázquez, Rosa Leiva, María Vicario, Beli Peña y Marina Segovia.
Y desde aquí quisiera mandarles un beso enorme a las añoradas y queridas Maruja Benítez, Conchita y Ángeles Fernández, porque si escucháis algún eco cuando estáis con vuestro periplo gimnástico, seguramente serán ellas que desde el cielo estarán haciendo lo mismo,  riendo y alentando vuestro esfuerzo.
Sin más me despido, pidiendo perdón si alguna heroína faltase en las menciones anteriores. Solo me queda deciros que me siento orgulloso de vosotras, de todas vosotras, de nuestra insigne e inigualable Charo, de vuestro compromiso, de vuestra actitud y sobre todo del mensaje de rebelión para haceros la vida más feliz, para hacernos a todos la vida más feliz.
                                                                                            
                                                                                                                           Salvador Delgado Moya

Artículo aparecido en el Libro de Feria del 2018.


No hay comentarios:

Publicar un comentario