Silvia Graciela y José Luis, con Pacurro
Es gratificante apreciar, como tesorilleros quieren hacer participe a Blog de Paqurro, de historias interesantes y esta en concreto además de su importancia con un hondo capital humano.
Gracias a Ernesto González Lobo y Pedro Gavira Mateo, hemos tenido conocimiento de la historia que a continuación relatamos. Hace un par de días en el Hostal Sabana, se han alojado un matrimonio argentino, compuesto por José Luis Martínez Cano y Silvia Graciela Pro del Prado .
Silvia es una licenciada, que ha sido directora de la biblioteca de la Facultad de Educación de la Universidad de Cuyo en Argentina, siendo también directora de la licenciatura de Documentación y Gestión de la Información en dicha universidad.
Silvia Graciela es nieta de tesorilleros, concretamente de Juan Pro León y Catalina Mena Benítez, los cuales según sus noticias, emigraron a Argentina posiblemente en el primer quinquenio del siglo XX. Ese ha sido el principal motivo que le ha hecho recalar en nuestro pueblo, saber si existe aún algún descendiente de sus abuelos, bien por la rama Pro León o Mena Benítez. Es muy probable que tanto Juan Pro como Catalina Mena, pertenecieran a los primeros colonos que se asentaron en la incipiente colonia agrícola de San Martín del Tesorillo, allá por los finales del siglo XIX. Que la familia de ambos procediesen de Manilva, ya que allí ha encontrado familiares, siendo de gran ayuda la actual responsable de la biblioteca de Sabinillas, Rosa de la Chica Benítez, la misma rama de Benítez de Catalina Mena Benítez, la cual le está facilitando mucha e interesante información.
Del matrimonio celebrado en Argentina, entre Juan Pro y Catalina Mena, nacieron cinco hijos, Diego Francisco, Rolando, Neli, Alba y Antonio. El primogénito Diego Francisco es el padre de Silvia, detengámonos en su figura
Diego Francisco Pro Mena, nació en 1915, fallecido en el 2000.
Todo un erudito, filósofo, premio nacional en Argentina, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cuyo. Componente de la Academia de las Ciencias de París, órgano creado por el rey de Francia en el siglo XVII, que agrupa a los mejores sabios del mundo. Ha publicado cientos de ensayos filosóficos, editado veinte o más libros, una autoridad en la materia, reconocido mundialmente, entre tantos méritos de un largo currículo que se haría larguísimo para esta publicación
Un sabio, una eminencia, hijo de dos tesorilleros humildes, que se vieron en la necesidad de emigrar a Argentina, para encontrar mejor vida. Seguro que tanto a Diego como a sus hermanos, Juan y Catalina, les contaría como era su pueblo, una colonia propiedad de un marqués que creo una sociedad con unos primos suyos. Les hablaría de un suntuoso palacete, donde residía una marquesa, con buenos sentimientos, que ese palacete estaba dotado de un magnífico jardín botánico, que para tener tenía hasta una pista de tenis, cosa singular en la época. De esforzados labradores que trabajaban la tierra de sol a sol, de unos bellos parajes, de una fértil vega regada por tres ríos, etc, etc, .
Tenemos que hablar forzosamente, aunque sea someramente del encanto tanto de Silvia Graciela, como de José Luis. Dos personas muy cultas, que transmiten cercanía, hablando con varios tesorilleros de ambos sexos, en una terraza de una cafetería, como si nos conociesen de toda la vida, repitieron varias veces la frase " Nunca podremos olvidar, lo bien que nos acogieron acá". De José Luis, pudimos averiguar poco, él se limitaba a decir yo ejerzo de consorte, dejando todo el protagonismo a su esposa. Todo ello con un vocabulario culto pero entendible, con el menor de los acentos argentinos, ya sabemos lo bien que por regla general manejan los argentinos el vocabulario español, si a eso le añadimos el bagaje cultural de nuestros interlocutores, la conversación no pudo ser más agradable, a la vez que muy interesante
La reunión la componíamos, nuestros dos personajes, Isabel Mari Pro, que se unió al oir el apellido Pro, Pedro Gavira, propietario del local, Ernesto González, Lucas Tomanovic, un croata que actualmente reside entre nosotros y un servidor de ustedes Pacurro.
Silvia Graciela, tiene intención de donar libros de su padre para nuestra biblioteca, asi que anotó correos electrónicos y números de móviles, de todos los presentes.
Resumiendo dos encantos de personas, como decíamos anteriormente cercanos, amables, simpáticos y alegres, fue un auténtico placer poder departir con ellos un gran rato, que se hizo muy corto por lo a gusto que nos encontrábamos
Pacurro, junio 2019
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