En el día de hoy se han inaugurado, en nuestra localidad vecina de El Secadero, las nuevas instalaciones de la prestigiosa firma TROPS.
Según la información que hemos podido recabar por nuestra cuenta , TROPS es líder en España en la producción y comercialización de frutas tropicales, especialmente aguacates y mangos. Controla aproximadamente el 55 % de la cuota de mercado del mango y en torno al 40 % del aguacate. Agrupa a más de 4.000 agricultores asociados y exporta su producción a más de 25 países. La inversión realizada en estas instalaciones asciende a dos millones de euros.
Sin duda, se trata de una excelente noticia para la zona en general y, muy especialmente, para el tejido agrícola, que tanta importancia tiene también en nuestra localidad.
Sin embargo, el motivo de esta publicación no son únicamente los fastos del acto —que también—, sino lo que consideramos un olvido de grandes dimensiones o, quizá, un agravio aún mayor. Nos explicamos.
Al observar la fotografía del acto inaugural, en lo que a autoridades se refiere, aparecían —lógicamente— el alcalde de Casares, Juan Luis Villalón, curtido en este tipo de eventos; la delegada de El Secadero, Noelia Gil; el delegado de la Junta en el Campo de Gibraltar, Javi Ros; Adrián Vaca, alcalde de Castellar; Antonio Muñoz, presidente de la Junta Municipal de Distrito de San Pablo de Buceite, además de otras autoridades.
Lo que llamaba poderosamente la atención era la ausencia del alcalde de San Martín del Tesorillo, o de algún representante de nuestro municipio. Hemos contactado con Jesús Fernández Rey, quien nos aclara que, si no acudió él ni ningún concejal, fue simplemente porque no recibieron invitación.
Por ese motivo hemos titulado este post: ¿Olvido o agravio?
Salvo que existan poderosas razones. Opinamos que ambas opciones revisten gravedad. No invitar al representante de Tesorillo —una población donde el cultivo del aguacate es de vital importancia— resulta, como mínimo, difícil de entender. Más aún cuando hablamos de una localidad vecina, separada por escasos 500 metros de donde TROPS ha abierto su nueva planta, y donde, con total seguridad, muchos agricultores comercializarán su producción a través de esta empresa.
Y recurriendo al refranero popular:
«El primer tapón, zurrapa».
¡Ojalá no sea un mal presagio!
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