domingo, 18 de octubre de 2020

¿Delenda est Monarchia ? 11: Por Jerónimo Sánchez Blanco

La  Democracia  amenazada y rescatada

La primera fase  de la Democracia.  finalizó  con  las elecciones  generales  de Marzo  de 1979  y las elecciones municipales  de  Abril de ese mismo año, en un ambiente  de considerable normalidad,  con  pequeñas variaciones  en  la composición de  Las Cortes  Generales, respecto del resultado de las elecciones  del  15 de Junio de 1977.  UCD  ganó   3  Diputados  aunque   perdió   votos, en tanto  que  PSOE  ganó  votos  y 3  Diputados, y  el  PCE  ganó igualmente  votos y 3 Diputados. La caída en votos y  Diputados  fue de  Alianza Popular, que   obtuvo sólo 10 escaños.  Por el contrario,  los partidos  de la oposición  ganaron  abrumadoramente  las  elecciones municipales, constituyéndose ayuntamientos y Diputaciones  provinciales  presididos  por el PSOE y en coalición con el PCE.  La representación política  de las instituciones  políticas respondían a los resultados  electorales y  en principio, la estabilidad  democrática  se podía dar  por  consolidada.  


Sin embargo, en el año  1979, con un nuevo Gobierno presidido por Adolfo Suarez, esta  aparente  quietud, se deterioró, de una parte,  por  los efectos de una nueva subida del precio del barril del petróleo, que se unía  a  la   del año 1974, impactando  nuevamente  en la balanza de pagos, en el coste de los carburantes  y en los  salarios  y las fuertes  críticas de la CEOE.  De otra  parte, la rama militar de ETA  prosiguió  los atentados  contra las fuerzas  y cuerpos de seguridad, así como  contra  altos jefes  militares,  políticos  y empresarios, creándose  un fuerte malestar  en el  Ejército, con un total de muertos   que pasaron de 66 en 1978, a 80  en 1979 y 96 en 1980. El sueño y la esperanza   que se puso  en la amnistía para resolver  el problema del terrorismo se esfumó. De otra parte,  surgieron  fuertes  disensiones dentro de los  distintos grupos  que integraban  la Unión de Centro Democrático, de orientación  ideológica  muy diversas (democristianos, liberales, socialdemócratas  y azules), que  cuestionaban  el liderazgo de  Suarez y  las directrices  políticas del  Gobierno  para la nueva etapa, una vez aprobada la Constitución.   Estas  distintas circunstancias, llevaron  a romper el clima  político  sosegado y dialogante, hasta entonces predominante, entre el Gobierno y  la  oposición. Ésta   percibió  una   desorientación y  debilidad de  Adolfo  Suarez por  causa de la   división  del Gobierno, de las críticas  de la CEOE  y del malestar del  Ejército,  hasta el punto   que  gran parte de la oposición preocupada  por la situación política,  apoyó  una moción de censura en Mayo de   1980  presentada por  Felipe González,  que aunque no  fue  aprobada  en el debate del Congreso,  dejó  políticamente  aún más debilitado a Adolfo Suarez y a su Gobierno. La moción de censura  cerraba   el modelo de concordia y dialogo  que había caracterizado  la Transición  hasta entonces, porque se percibía  en muchos ambientes  que  Adolfo Suarez  y la UCD   eran factores que no contribuían a  la estabilidad democrática. Los hechos se precipitaron  en los últimos días de Enero de  1981, con la dimisión de  Adolfo Suarez, la propuesta de UCD  de  elegir a  Leopoldo Calvo Sotelo   como nuevo presidente  de  Gobierno y el intento  fallido de  golpe  de Estado  liderado por los generales Jaime Milans del Bosch, Alfonso  Armada  y el teniente coronel  Antonio Tejero  el 23 de  febrero de ese mismo año.  La  crisis política  que se  creó  en el Congreso de los Diputados,  con todos los parlamentarios y el  Gobierno  secuestrados por un grupo de  guardias  civiles armados  y disparando  sus metralletas, que solo obedecían las instrucciones  del teniente coronal   Antonio Tejero y  del general  Jaime Milans del Bosch, ofrecía  una imagen  esperpéntica. Estos hechos   nos    retrocedían  a  100 años en la historia  de España, cuando  la oposición política ganó   una moción de censura  contra  Castelar, hasta entonces presidente del Consejo de Ministros, y el general  Pavía, capitán general de Madrid,  disolvió Las Cortes en los primeros días de Enero de  1874. La única  diferencia  esencial  con  aquel  golpe  militar, fue  que  el 23 de  Febrero de  1981, el  Rey Juan Carlos  salió en defensa del orden constitucional y los  capitanes  generales de las distintas capitanías  regionales  militares  le obedecieron.  Tanto los generales  Jaime Milans del Bosch  como Alfonso  Armada  y otros  jefes militares  fueron  juzgados  y condenados, siendo presidente  Leopoldo  Calvo  Sotelo. Para  nuestra generación, la intervención del Rey Juan Carlos, aunque  no únicamente, fue decisiva para  rescatar  la Democracia  del franquismo en  1977 y  de las manos de los  golpistas  en 1981. Son hechos  probados  e incuestionables. A lo largo de cinco  años,  la Democracia española  realizó  el tránsito desde la Dictadura  a  un sistema  político  cuyos fundamentos y valores eran:  La Libertad, la Justicia, Igualdad y el Pluralismo  propias de un Estado Social y Democrático  de Derecho. A esos años  excepcionales se les llamó la Transición Española, ante la admiración de propios y extraños,  a pesar  de  los errores, desaciertos,  tensiones,  momentos  de zozobra  y  la sangre derramada  por causa  del terrorismo de distinto signo. En la historia y para las generaciones futuras, quedarán  reconocidos sus protagonistas, a los que muchos  llamaron aventureros  e idealistas, como los verdaderos artífices  de tan extraordinaria transformación de  España.



Jerónimo Sánchez Blanco, nació en San Martín del Tesorillo (Cádiz) en 1942. Obtuvo la Licenciatura y el Doctorado en Derecho, así como la Licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid.
Asimismo cursó la Licenciatura en Dirección y Administración de Empresas en la Escuela Superior de Dirección de Empresas en Madrid.
Durante dos décadas ha sido profesor en las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCM y de la Universidad Pontificia Comillas, de Madrid. Esta actividad universitaria la compaginó con diversas responsabilidades, sucesivamente en el Banco de Crédito Industrial, el Crédito Social Pesquero, el Instituto de Crédito Oficial y el Banco Exterior de España.
En la Transición desarrolló una intensa actividad política, siendo elegido Diputado del Congreso por Cádiz en las Cortes Constituyentes de 1977-1978, donde participó en los debates y aprobación de la Constitución de 1978, por lo que es reconocido como miembro de la Orden al Mérito Constitucional.
Ha escrito varios libros sobre economía, política e historia, y continúa dictando conferencias y participando en diversos Congresos y Jornadas de debate.
Vaya desde aquí nuestro más sentido agradecimiento por honrarnos con sus colaboraciones.

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