Ahí ha aparecido la foto que encabeza este relato. Les cuento, en 1965, llegaron a nuestra población dos sacerdotes jesuitas a impartir misiones. De los dos, solo recuerdo a uno de ellos al padre Quevedo, su nombre completo José González de Quevedo Álvarez, fallecido en el mes de octubre del pasado año a la edad de 90 años.
El padre Quevedo, fue un artista en toda regla. Poeta, escritor, compositor de sevillanas para grupos afamados como los Romero de la Puebla y Ecos del Roció. Rociero por los cuatro costados.
Orador extraordinario, en sus charlas, homilías, discursos, se metía al público en el bolsillo. Recuerdo una homilía suya sobre la parábola del hijo pródigo, que sobrecogió a todo aquel que la oyó, arrancando más de una lágrima.
Padre Quevedo. |
Volviendo a la fotografía, como fiesta final a las misiones. Se montó una función teatral, donde se representaban los siete sacramentos, para los menos avezados los recuerdo (Bautismo, Confirmación, Comunión, Penitencia, Extremaunción, Orden Sacerdotal y Matrimonio).
Los actores elegidos, fuimos porque yo participé los escolares que aparecemos en la foto. La función se llevó a cabo en el Cine San Martín, conocido como el Cine Macias, en la calle Túnel.
Si observan hay dos obispos en la foto. El que está situado en la parte mas baja se trata de Cristóbal Peña, pero la curiosidad es el que está un tanto mas arriba Antonio Collado Rodríguez, sacerdote en la actualidad , parece que estaba predestinado . Quien sabe si algún día porta sobre su cabeza la mitra de obispo, cualidades no le faltan.
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