miércoles, 30 de julio de 2025

¡ Algo habrá que hacer!

 
 
 No me quiero erigir en adalid de nada ni en la voz de nadie. Solo soy un ciudadano de a pie, con tiempo y ganas de fijarse en ciertas cosas que, aunque algunos las consideren minucias, yo creo que no son desdeñables. Vamos, que tienen su aquel.

Miren el collage superior. La primera imagen es una noticia de un periódico gallego. En ella se informa de que un joven en Sanxenxo fue obligado por la Policía Local a retirar una bolsa de basura que había dejado tirada en un paseo, fuera del horario de recogida. Además, se llevó su sanción correspondiente. Y tan ricamente.

Leída la noticia y viendo lo que ha pasado (una vez más) en los últimos días en nuestro querido pueblo, no puedo evitar la comparación. Porque lo nuestro ya no es noticia: es costumbre. El pasado jueves por la noche —sí, justo el día de recogida de enseres— alguien tuvo la feliz idea de plantar en plena calle Real un sofá y sus cojines. Y ahí siguen, como si formaran parte del mobiliario urbano. Con el añadido de que el pasado domingo pasó por allí la carrera Xtreme, con corredores llegados de toda España. Seguro que agradecieron el detalle decorativo en su recorrido. Turismo experiencial, lo llaman.

Ese mismo día, el contenedor que hay en el lugar estaba hasta las trancas, con bolsas de basura apiñadas fuera, como en una instalación artística posmoderna. Pero no acaba ahí la cosa. En la calle San Pablo, el miércoles pasado, apareció un colchón. Todo correcto, dirán, porque el jueves es día de recogida. Pero claro, si no avisas al Ayuntamiento, pues no hay milagros. Lo he tenido que avisar yo, que ya tengo experiencia en estas lides. Resultado: otra semana con colchón incluido como parte del paisaje urbano. Gracias al alma cándida que lo dejó.

No quiero pecar de ingenuo. Sé que estas cosas son muy difíciles de erradicar. Pero algo habrá que hacer. Se me ocurre que, cuando sucedan estos actos de incivismo —porque no tienen otro nombre— se abra una mínima investigación, se pregunte, se tiren de cámaras, de testigos, de lo que sea… Y si se da con los autores, se sancione. No es fácil, lo sé. Pero imposible, tampoco.

Mientras tanto, seguiremos  cámara en mano y ojo avizor. No por gusto, sino por vergüenza ajena.

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