Pacurro
Anoche, víspera del 2 de octubre, día grande para San Martín del Tesorillo, dentro de la programación de nuestra Semana Cultural, el Grupo de Teatro 2 de Octubre volvió a subirse a las tablas.
La velada tuvo de todo: un recital de poesía en el que participaron los distintos componentes, anécdotas divertidas del pasado que hicieron reír de buena gana, y como broche final, la representación de la pieza corta “Una cena con mi suegra”.
No voy a engañar a nadie: cuando uno forma parte de la función, es difícil ser objetivo. No se puede ser juez y parte. Pero hay algo que no falla, algo que está por encima de cualquier valoración personal: la reacción del público. Y esta fue, sencillamente, maravillosa. La gente se entregó, aplaudió con entusiasmo y, al terminar, fueron incontables los comentarios de felicitación. Eso habla por sí solo.
Más allá de la voluntad, del esfuerzo y del atrevimiento de los aprendices de actores, de quienes nos lanzamos a actuar, hay un nombre que no se puede pasar por alto: Juan Soler, director del Grupo de Teatro 2 de Octubre. Él es, en buena medida, el responsable de que este sueño siga adelante.
Antes la Coral Nova Vita, en un gesto de esfuerzo, a pesar que faltaban un buen número de componentes, a pesar que solo llevan tres ensayos con el nuevo director, no quisieron faltar a la cita de la celebración del 2 de octubre y ofrecieron tres canciones, ejecutadas con mucha maestría
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