Comentario: Un artículo aparecido recientemente, obra de Arturo Pérez Reverte. Relato que suscribo de principio a fin.- Pacurro
Sin duda, vas a pertenecer al cuerpo policial más TONTO de Europa (los que más trabajan, con menos medios y menos sueldo). Encima, mucha gente te va a tener asco ya de entrada por lo que eres. Desde el momento de vestir el uniforme serás tildado automáticamente de facha, bruto, inculto, xenófobo y perro del estado (mi favorita).Si tienes un jefe cabrón, te puede joder la vida pero bien. Los malos tienen más derechos que tú. Muchas veces tendrás tú más miedo al juez que el delincuente (aunque tu actuación sea impecable, que nunca sabes por dónde te pueden salir). Si esperas que la gente te agradezca tu trabajo o aprecie lo que vale, siéntate a esperar. Tu vida, tu salud y tu integridad física está tasado en 1.420 euros de media. Vas a presenciar miserias humanas que no salen en la tele, más te vale tener un estómago duro, una moral de hierro y ser capaz de desconectar cuando llegas a casa. Te van a mandar al quinto pino de tu casa. Eres militar cuando joden a los militares, y funcionario cuando joden a los funcionarios. Ni decir tiene que eres funcionario cuando mejoran a los militares, y militar cuando mejoran a los funcionarios. Te vas a dar cuenta de un montón enorme de mentiras que te han estado contando desde siempre en aras de la corrección y el buenrollismo.
En definitiva, vas a tener días que te vas a querer ir corriendo y hacerte sexador de pollos en Tombuctú, o alistarte a la Legion Extranjera. O hacerte yogui renunciante y quitarte de la vida normal. O de salvar a España y meterte en el Congreso de Diputados con treinta kilos de trilita pegados al cuerpo y montarte un funeral vikingo en día de pleno. O simplemente, te deprimirás de la hostia (la opción más normal).
Y luego va alguien y te da las gracias por un servicio que hiciste hace 3 meses y del que ni te acuerdas y se te hace un nudito en la garganta y te da corte y te pones coloradillo cual salmonete. O un niño te saluda con la manita al paso del coche patrulla mientras da saltitos y dice “mira, mami, la guardia siví” y te pones de un tontorrón que no lo entiendes, si esto es una mierda y una mentira y una estafa, pero que majo el niño, anda, manolo, ponle los pirulos un momentín, que se ría el pequeñajo…
Y un día se alinean los planetas y te juntas con compis majos, y hacéis bromas con ese humor negro y a la vez alegre de la picolandia, y compartís la mierda, y para variar pillas al malo y lo mandas de vacaciones pagadas al chabolo y te sientes que has hecho… esto… ¿como se llama?… justicia, creo, y duermes como un niño porque, joder, a veces sale bien..
Y te toca la lotería en forma de jefe currante y justo, que no está para tonterías de zapatito sucio y baby manchado, que será duro el muy cabrón, pero más duro es si le tocan a un guardia, y te das cuenta de que entras al curre con otro ánimo y que sale el sol, aunque sea por antequera, pero leches, al menos ha salido.
Y el abuelete que se te acerca en el bar mientras intentas despertarte a base de cafeína triple, y que te quiere pagar el café, y que tú que no, y que resulta que fue guardia cuando pintaban bastos y las correrías se hacían a pié y duraban una semana y para ir al cine con la chati había que pedir permiso al comandante de puesto, y no podías jamás vestir de paisano, y que el tío lo echa de menos, con dos cojones, ahora vas y te quejas tú de horarios a éste que tiene más mili que el cabo machichaco, y que lo dice en serio, glups, de acero, el abuelte éste es de acero, y te acabas peleando con él por pagarle tú el café.
Y el tipo al que le recuperas un portátil barato que le ha robado el chori de turno por el procedimiento de destrozarle la ventanilla del coche, y que cuando se lo entregas se echa a llorar como un crío, y tú lo flipas porque es un portátil de mierda que vale menos que la luna rota, pero él te dice, entre mocos y lagrimones, que en el portátil están las únicas fotos del día del nacimiento de su hijo, y que si las perdía se pegaba un tiro o algo.
Y reniegas del trabajo porque ya estás más quemao que la moto un hippie, y dices eso de “me engañarán en el sueldo pero no en el trabajo”, a la empresa no le regalo ni un minuto de más, a mi me la van a dar, la paga a fin de mes y que les den… para luego salir tres horas más tarde porque ha desaparecido un menor y que culpa va a tener la madre de que nuestros “jefes” se dejen arrancar las uñas de los pies antes que pagarte un sueldo digno, y cuando vuelves a subirte al Terrano que se cae a cachos vas pensando que eres tonto, naciste tonto y morirás tonto por éste trabajo de mierda que ni te aprecian, ni te pagan, y te vas cagando en todo… pero vas. Y aparece el jodío niño. Y se lo das a la madre. Y sigues pensando que eres tonto, pero duermes que te cagas de bien.
Y, en resumen, a veces vas en el patrulla contento y en paz, si no con el banco, contigo mismo…
Y luego, hoy, entrevista Carlos Herrera al despreciable enchufado ganapán de tu nuevo director, el cual dice, con dos cojones, que cobramos una mierda, pero porque queremos y somos la hostia de buenos y sacrificados, que nadie se hace guardia porque le obliguen, que ellos son así de buenos y patriotas y no necesitan dinero para vivir, que ya se sabe que el honor llena la panza y ejecuta hipotecas.
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