jueves, 3 de enero de 2019

REGALOS DE REYES: Por María Rosa Serdio González



la foto del perfil de Maria Rosa Serdio Gonzalez, La imagen puede contener: Maria Rosa Serdio Gonzalez, sonriendoEn el año 1977, aterrizó en nuestra localidad. Una esbelta profesora, asturiana de nacimiento concretamente de Langreo, mejor persona, a pesar que su estancia entre nosotros no fue muy larga, a lo sumo dos cursos escolares. Sí , dejó huella en los alumnos y quienes le conocimos. Nos estamos refiriendo a María Rosa Serdio González.

Una entusiasta de la literatura, escritora y poeta. Sabemos de sus inquietudes culturales a través de Facebook. 

Con su correspondiente autorización reproducimos este relato, titulado Regalo de Reyes. Lleno de dulzura, emotividad y a los que tenemos una edad, nos toca la nostalgia y nos hace recordar, los esfuerzos y equilibrios económicos que hacían nuestros padres, para que tuviésemos algún regalo en esa noche mágica

REGALO DE REYES:

Pasa el tiempo y sobre las nubes del ahora, por donde parece que solo transita una especie de negrura honda, surgen unos rayos dorados que provienen de las noches de los eneros más lejanos en el recuerdo.

Entonces hacía frío de verdad y las heladas eran como las que contaban los poemas y cantaban los villancicos. Todos los amaneceres tenían la magia de lo nuevo, de lo auténtico y de lo sorprendente.

En esas mañanas de enero, cuando ya venían los Reyes Magos por los caminos de arena de la imaginación y los mayores hacían acopio de la suya para llegar a donde estaban los talleres de los juguetes soñados, los calcetines de la mayoría eran tan cortos que Melchor ya tenía repuesto para el solucionar asunto.

Entonces, las mangas de mis jerseys habían menguado por obra y arte de la genética. Era cuando Gaspar, tomándome las medidas mientras dormía, buscaba la lana que menos picara para poner en mis zapatillas...¡Ay, las zapatillas!


Baltasar, cuyas babuchas de piel yo soñaba siempre dotadas de una forma especial de deslizamiento por mis sueños de viaje, buscaba en una zapatillería próxima las más abrigadas para mí.


Y así...cada uno de los pajes de SSMM de Oriente, iba añadiendo realidad a mis sueños.
¿Juguetes? También. Entonces eran juguetes las cosas necesarias.
Entonces la magia se hacía realidad.Y convertía nuestras necesidades en realidades, eso sí, con mucho esfuerzo pero...¡para algo los Reyes eran de veras Magos! O eso me pareció siempre.


Mª Rosa Serdio

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