Juan Díaz Pérez (11/01/1933-18/09/2005). Nació en el número 30 de la calle Larga ( tramo calle Real), el menor de doce hermanos, seis de padre y madre, otros seis de padre el cual enviudó y contrajo segunda nupcias . Casado con Amparo Navarro Montero el 10/09/1979 , de la que enviudó. Una santa, en toda la extensión de la palabra , supo sacrificarse y mucho por su matrimonio, no tuvieron descendencia. Fue conocido como Juanito Díaz.
En nuestra galería de personajes tesorilleros, nos ocupamos de una persona singular, al que es difícil otorgarle un único calificativo, no dejaba impasible a nadie que le hubiese tratado, porque conocerle pocos le conocieron a fondo, su esposa y pocos más, yo me atrevería a decir que a fondo no lo hizo nadie.
Desde muy niño 7 o 8 años tuvo muy claro que su profesión sería la de mecánico, de esa forma siendo aún un adolescente, comenzó bajo las órdenes del inolvidable Maestro Cerralbo, pronto destacó por sus habilidades y conocimientos muy adelantados para su edad.
Ya en esa época le viene a la cabeza la idea de inventar, lo que se conoció como el motor de agua, las bromas y un tanto el escarnio tuvo que sufrirlo en sus carnes. Con esa idea murió a los 72 años, de forma repentina y en el mismo Centro de Salud, se sintió indispuesto, él mismo en su vehículo se trasladó hasta el centro sanitario y allí le repitió el infarto. Esa idea marcó su vida y posiblemente le impidió que amasara una gran fortuna, porque cualidades tuvo para ello.
Contaría 17 o 18 años todo lo más, tuvo lo que podíamos llamar su primera gran actuación como mecánico, les cuento. Una determinada marca de tractores, vendió varias unidades en la localidad, estamos hablando comienzos de la década de los 50 del siglo pasado. Esos tractores eran buenos vehículos, muy útiles para las tareas agrícolas, se trataba del progreso venían a sustituir la fuerza animal, pero algo fallaba, la caja de cambios solía averiarse con bastante frecuencia .
La firma se excusaba en la poca pericia de los tractoristas, echando balones fuera, hasta un ingeniero vino a Tesorillo a interesarse por el problema. Juan siempre osado , manifestó que el fallo era un error en la fabricación, que una determinada pieza estaba mal fabricada. Pueden imaginarse la situación, un todavía imberbe cateto de pueblo, echándole un pulso a todo un ingeniero. El resultado es que Juanito estaba en lo cierto , ahí comenzó a fraguarse su fama, demostrando a lo largo del tiempo , ser un superdotado para la mecánica en todas sus ramas.
Juan y Amparo en dos Ferias de los 90 |
La firma de tractores le contrató como supervisor para toda Andalucía con unas condiciones de alto ejecutivo, poco duró en el cargo, regresó a Tesorillo porque su misión en esta vida era inventar el motor de agua, así me lo repitió en muchas ocasiones.
Esa era su meta, su ideal, su razón de ser, en resumen su motivo para vivir, tanto que tardó en contraer matrimonio más de veinte años. Juan y Amparo entablaron relaciones muy jóvenes, cosa normal por la época y cuando al final decidió pasar por el altar contaba 46 años. Ha sido la única boda, al menos que yo sepa, que a la llegada del novio, un grupo muy numeroso de mujeres le hicieran un pasillo y le tributaran un atronador aplauso, al final el novio más remiso se casaba.
Solo por el ruido detectaba las averías, no exagero, lo demostró en muchas ocasiones y todavía hay testigos que pueden dar fe de ello. Pero no solo reparaba automóviles, tractores, motos, televisores, radios, cualquier electrodoméstico, etc, no había maquina, artilugio que se le resistiese.
Su vida fue humilde y sencilla, trabajaba lo justo para vivir a veces menos, un bohemio en toda regla, pasaba largas madrugadas inventando esa nueva forma de energía que de haber salido a la luz hubiera dado la vuelta al mundo como un calcetín.
Otra de sus excentricidades ocurrió en los 80, siendo ya un veterano. A través de un amigo lo contrataron en una delegación de la prestigiosa marca Rolls Royce en Marbella. Al principio estaban encantando con Juanito, no podía ser de otra manera . Un vehículo llevaba varios años averiado sin que detectasen el fallo , nuestro paisano lo descubrió, cuando a la hora de entregar el parte de trabajo, el jefe de taller observa como Juan no hacía constar que había sustituido o reparado, al ser preguntando su repuesta fue " Que sus conocimientos, eran para él y solo para su persona", con esa actitud el despido fue inmediato.
Paqurro, junio 2020
Solo por el ruido detectaba las averías, no exagero, lo demostró en muchas ocasiones y todavía hay testigos que pueden dar fe de ello. Pero no solo reparaba automóviles, tractores, motos, televisores, radios, cualquier electrodoméstico, etc, no había maquina, artilugio que se le resistiese.
Su vida fue humilde y sencilla, trabajaba lo justo para vivir a veces menos, un bohemio en toda regla, pasaba largas madrugadas inventando esa nueva forma de energía que de haber salido a la luz hubiera dado la vuelta al mundo como un calcetín.
Otra de sus excentricidades ocurrió en los 80, siendo ya un veterano. A través de un amigo lo contrataron en una delegación de la prestigiosa marca Rolls Royce en Marbella. Al principio estaban encantando con Juanito, no podía ser de otra manera . Un vehículo llevaba varios años averiado sin que detectasen el fallo , nuestro paisano lo descubrió, cuando a la hora de entregar el parte de trabajo, el jefe de taller observa como Juan no hacía constar que había sustituido o reparado, al ser preguntando su repuesta fue " Que sus conocimientos, eran para él y solo para su persona", con esa actitud el despido fue inmediato.
Vivienda donde nació Juan Diaz, totalmente reformada |
No estoy en situación en afirmar, si el motor de Juan, era una fantasía, un invento sin finalizar, una excusa para no trabajar, un capricho o las alucinaciones de un loco. Lo que si puedo decidles es que una persona, un empresario de la zona, que fue gran amigo de Juan, me contó no hace mucho que a él le enseño un pequeño artilugio que flotó durante unos minutos y que aquello no llevaba combustible alguno, les prometo que mi informante es persona cabal y muy centrado. Es más esa misma persona le tenia ya concertada una visita en el Ministerio de Industria, Juan se echó atrás en el último momento, argumentando que si daba a conocer el invento su vida corría peligro.
Estamos hablando de ¿un soñador? , ¿de un loco,? ¿ de un genio ? , mi impresión personal, es que de todo un poco, no puedo calcular qué porcentaje de cada , Juan fue un coctel de todas ellas . Lo que no hay ni la menor duda es que estamos hablando de un portento de mecánico, un superdotado en esa especialidad.
Lastima que sus notas, sus apuntes, no hayan transcendido, siempre nos quedará la duda, ¿ Y si Juanito Díaz, estaba en lo cierto ?
Sea como fuere Juanito Díaz, ha sido un personaje relevante de nuestra historia moderna, con luces y con sombras, pero un ser extraordinario, diferente, que merece ser recordado, del que podemos estar orgullososPaqurro, junio 2020
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