Feliz Día del Libro queridos lectores. Debido a esta celebración, hemos querido publicar un relato de alguien local, nos acordamos de una tesorillera que hace mucho tiempo se marchó a otras tierras, en la actualidad reside en Málaga, concretamente Antonia Infante Aguilar. Ella amablemente ha accedido a nuestra petición y nos remite este relato corto titulado, Abrochar el invierto
En la sobremesa de los domingos de invierno, cuando venían tíos y primos, a visitarnos, sentados alrededor de la gran mesa de cocina, con paño de hule a cuadritos azules y blancos, aroma en el aire y en las manos a mandarinas, recién comidas, solían hablar de cómo había ido la temporada.
-Los Caravacas si que lo han hecho bien, vendieron la cosecha por adelantado y se abrocharon el invierno. Era la expresión favorita de mi padre cuando alguien tenía asegurado un futuro próximo.
-Pues Tararito lo está pasando mal. Este año con las heladas, todos los limones se les vinieron abajo, lamentaba mi tío Francisco.
-El primo Montes tuvo suerte que le compraran las tierras para el complejo hotelero, ha abrochado a los hijos para los restos. Con este velado deseo en la voz de cualquiera de los dos, se daba por finalizada la conversación.
Después de que todos se marcharan y recoger la cocina, mi madre se ponía la bata enguatada y se la abrochaba hasta lo último.
In Memoriam de José y Francisco. Dos de los ocho hermanos .
Antonia Infante Aguilar
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