Sobre la una del mediodía, observé un grupo de personas, muy bien ataviadas todas de tiros largos, en principio creí que se trataba de una boda, en cierto modo sí, pero no atinaba a saber que se trataba de la segunda parte, 50 años más tarde. Inmaculada García Aguilar, una fiel seguidora del Blog, se percata de mi sorpresa y me pone al día de lo que estaba ocurriendo. Que no era otra cosa, que José Ocaña Fernández y Andrea Trujillo Macías, habían renovado sus votos de esposos, ya que cumplían sus 50 años de casados, lo que conocemos como Bodas de Oro.
Pero no quedó ahí la cosa, me advierten que en el interior del templo Miguel González Cerralbo y Ana Calderón Ruiz, estaban celebrando una ceremonia similar, porqué igualmente cumplían 50 años de casados.
Los respectivos hijos y familias de las dos parejas, por separado obviamente, le brindaron las sorpresas y le organizaron sendos banquetes, como corresponde con los eventos
Miguel y Ana y sus hijos, que sirvieron como testigos |
Los cuatro encarnan perfectamente, lo valores de un matrimonio, cuando después de 18.250 días de convivencia, permanecen juntos, celebran estarlos y hacen votos para continuar en la misma línea, cuando después de tanto tiempo, es porqué ellos cuatros, han cultivado, el amor, el respeto y la tolerancia, sin esas premisas, hoy no estaríamos dando esta noticia. Felicidades a los cuatro, sois unos ejemplos a seguir, podéis sentiros orgullosos, y que Dios os dé muchos años mas salud, el resto estamos seguros que lo pondréis vosotros, lo tenéis de sobras demostrado
José y Andrea, en el banquete de boda |
A los hijos y familiares que organizaron los eventos, nuestras felicitaciones. Seguro que los protagonistas se sentirían tan felices o más, como aquel día de hace 50 años
Una aclaración, las familias organizadoras, desconocían hasta última hora, que otros estaban organizando una ceremonia similar. Imagino que el párroco sería quien les advertiría
Paqurro, mayo 2022
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