Esta mañana ha quedado inaugurada oficialmente la nueva biblioteca del C.E.I. P. José Luis Sánchez, de San Martín del Tesorillo, bautizado con el nombre de ANTONIA SAAVEDRA RUIZ
Alguien muy sabio, vino a decir más o menos. Que una manera de mantener viva a una persona que se ha marchado de este mundo es recordándola, precisamente es lo que ha ocurrido esta mañana en el edificio de la calle Grupo del Colegio José Luís Sánchez.
En un acto sencillo, pero muy emotivo, se ha rendido homenaje a Antonia Saavedra Ruiz, fallecida el pasado 13 de octubre, cuando solo contaba 61 años. La Seño Antonia, fue durante varias décadas profesora en dicho centro, natural de Jimena de la Frontera, donde reposan sus restos. Llegó a nuestro pueblo en los 80 , al contraer matrimonio con el tesorillero Martín Segovia Canalejos, del matrimonio nacieron dos hijos, Laura y Martín .
Como decíamos en el titular, se ha inaugurado la biblioteca del José Luís Sánchez, que llevará el nombre de Antonia. Acudieron a la cita, su viudo, hijos, madre, hermanos, tíos, cuñados y demás familiares, compañeros de docencia en activo y jubilados, personal del centro, representantes de la AMPA, Ayuntamiento, vecinos, amigos y vecinos en general. La directora del Centro Maite Clavijo, dio apertura al acto, en sus palabras destacó la gran humanidad, profesionalidad, sencillez de Antonia, además de ser una ávida lectora, sentenció al decir, no hay mejor homenaje que la biblioteca lleve su nombre, una vez terminada sus palabras, procedió a descubrir la placa con el nombre de la homenajeada, para posteriormente entregar un ramo de flores a su madre
Tras una visita de los asistentes a las nueva instalaciones, quién tomo la palabra fue su hija Laura, la cual quiso agradecer en nombre de la familia y en la suya propia, las muestras de cariños hacía su madre, intentando superar la emoción y evitar romper en llanto, con lágrimas en los ojos, nos contó que cuando el tribunal médico, debido a la enfermedad le concedió la jubilación, Antonia, más que estar preocupada por la enfermedad en sí, fue el hecho de dejar de dar clases, porqué adoraba su profesión, en la que se entregó en cuerpo y alma. Siguió contando que tuvo que de pedirle que dejase de acompañarle a eventos públicos, por las numerosas muestras de cariño, de sus ex alumnos, el hecho de no poder ejercer la docencia, le causaba más dolor que la enfermedad. Otro día en un comercio, dos antiguas alumnas, madres de familia, resaltaron que Ella, seguía interesándos por su alumnos a lo largo de los años, como les iba la vida, sin tenían problemas, etc. Terminó diciendo, que a su madre lo que mas le gustaba en el mundo era ejercer su profesión, incluso días antes de fallecer, estuvo dándole clases a su nieto.
La emoción se podía cortar, afloraron muchas lágrimas, de familiares, ex compañeros, vecinos y amigos, y el resto , tuvimos que hacer esfuerzos para contener los sollozos. Antonia fue una mujer, cargada de humanidad, cercana, siempre con una sonrisa en los labios, aunque por dentro estuviese muriéndose. Con el acto de hoy, en cierto modo, seguirá viva y las futuras generaciones, cuando accedan a la biblioteca observarán una placa con su nombre, con el nombre de la Seño Antonia
Fuera de contexto: Queremos agradecer a la dirección del Centro, la invitación personal a nuestro administrador, Francisco Quirós " Pacurro"
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