Las chapas de fibrocemento, comunmente conocidas como chapas de uralitas, contienen amianto.
El amianto es una sustancia (una especie de partículas de polvo) que se libera por la rotura de este material y pasa a los pulmones a través del aire que se respira. El amianto está asociado, al menos a 9 tipos de cánceres y como mínimo se asocia a 40.000 muertes por esta enfermedad en España.
Hay leyes, en ciertas Comunidades Autónomas de España, que ya obligan a la retirada de este material haciéndose eco de la tendencia en Europa. Lo que si es obligatoria es que esa retirada, sea obligada o no, se realice obligatoriamente por empresas especializadas y se lleven a plantas donde se tratan para evitar daños personales. Es decir, está completamente prohibido el manejo de este material por cualquier persona no cualificada.
Estamos acostumbrados a ver en las calles de Tesorillo, cualquier día y a cualquier hora por desgracia, mobiliario de diferentes tipologías que ha sido retirado de hogares de nuestro municipio por personas que no tienen ningún civismo.
Sin embargo, con estas imágenes hablamos ya de otra cosa mucho más peligrosa. Me parece inconcebible que se apilen chapas de material altamente tóxico para la población.
No se de dónde han salido, están en los terrenos de la Casita de Campo y no se si han sido retiradas de la Casa Larios o ha sido algún vecino desconsiderado que las ha quitado de su casa y ha decidido que este es el lugar correcto para tirarlas. Lo que sí se es que ya se está tardando en tomar las medidas necesarias para saber quién o quiénes han sido estas personas que atentan contra el medio ambiente y tomar las medidas necesarias y seguras para su retirada.
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