domingo, 29 de enero de 2023

Recuerdos: Pepe Casuso, en la Revista Tesoro , Marzo 1997


 

La publicación que figura en la cabecera, corresponde a un artículo que los tesorilleros Clara García Jarillo y José Antonio Trujillo Gavira, compusieron sobre la figura de José Casuso Gómez, Pepe Casuso para todos, en Marzo de 1997, perteneciente a la Revista Cultural Tesoro,  editada por la Asociación Juvenil Resolución. Vamos a transcribir dicha publicación:


Vive en nuestro pueblo un señor muy conocido por todos se debe a que se ha ganado el respeto de todos y se lo ha ganado a pulso. Nosotros no lo entenderemos muy bien pero los más mayores que bien lo conocen saben que es un hombre muy peculiar, que no podemos olvidar al hablar de personajes locales. Los tiempos han cambiado, el pueblo ha crecido, tenemos vecinos nuevos que de lejos han venido a trabajar y quizás no conocen a ese señor. Sin más rodeos, en este número queremos darles a conocer a don José Casuso Gómez, más conocido por todos por Pepe Casuso. Se trata del maestro carpintero de nuestro pueblo. Tiene el orgullo de ser el  que ha enseñado a casi todos los carpinteros de Tesorillo.

Sabemos que él nació un 9 de noviembre del año 1909, por tanto tiene 87 años. No nació aquí sino en Santander. Y por esas cosas de la vida, sus padres nunca pensarían que pasarían el resto de su vida en un pueblecito gaditano. Trayendo así el apellido CASUSO a la zona.

Fue toda una paradoja la llegada al pueblo de esta familia. Primero llegó su madre, requerida por la famosa familia Larios para amamantar a uno de sus hijos, José Larios. Cosa que antiguamente era frecuente, buscaban a una mujer que hubiese sido madre recientemente. Y así vino a dar de mamar al hijo de Los Larios, cuyo título es Marqués de Lerma, por tanto hermanos de leche

Don José se quedó en Villacarriedo con su padre y el resto de la familia, a medio amamantar, por lo que su padre recurrió a una prima hermana para que acabara la tarea. Resultó que estaba embarazada y nos dice nuestro protagonista riéndose ( ya que tiene buen sentido del humor), que de ahí su mala leche



Cuando contaba con 4 años se vinieron definitivamente al pueblo a vivir todos. La familia estaba al completo con 4 hermanos y 3 hermanas. De su niñez destaca que una enfermedad le causó una lesión en una pierna, que aún perdura. Lo cual le hizo librase del servicio militar

Mucho ha trabajado en su vida, ha trabajado el arroz, campo en general. Pero lo mas importante de todo ha sido su trabajo con la madera. A los 17 años entró a trabajar en un carpintería como aprendiz, con su maestro Don Manuel, que era de Puerto Real. También trabajó para la sociedad de Los Larios junto a otros carpinteros pero él fue el que se quedó en nuestro pueblo

Aprendió tan bien su oficio, que montó su propia carpintería y sirvió a todo el pueblo con sus buenos trabajos en madera. Hay que considerar que tiempo atrás no había tantos adelantos, casi todo era de madera, hasta lo más impensable. De madera se hacían todos los arados, las romanas, las ruedas de los carros, los yugos y un montón de cosas más. Es un verdadero maestro, ha sabido obtener un máximo rendimiento de la madera, tanto en fuerza como en potencia y por supuesto en calidad. Haciendo de este oficio un verdadero arte. Enseñó por supuesto a sus hijos, logró que cada uno se especializara también en el hierro, el aluminio......predominando siempre la madera

Tiene multitud de anécdotas que contar, recuerda a todos sus amigos, sus salidas en los años de noviazgo, también la época de la guerra, todas las rencillas que originó. También nos contó como si fuera toda una aventura, cuándo tenía que pasar el río cuando iba subido. Con una maroma y un enganche se tenían que valer.

Se casó con 28 años, tras cuatro años de noviazgo con Doña María López, con la que ha vivido largos años de felicidad en un hogar muy bien avenido. Actualmente lo podemos encontrar aún en su carpintería, hoy en día dirigida por sus hijos, en su rinconcito donde sigue haciendo sus trabajitos, allí cuidando  sus utensilios con mucha atención y cariño. Eso en la mañana por las tardes se entretiene, viendo la tele, o bien con su canario, que el pobre con el año de lluvia pasado se ha quedado sin su canto. Está muy bien atendido por sus hijos y nueras. No sale tanto como quisiera por la pierna que le tiene fastidiado. Pero así sigue nuestro viejo Gepeto, trabajando la madera. Quién sabe si algún día nos sorprende creando un muñeco como el de Pinocho. Desde aquí le deseamos con mucho cariño que siga tan bien como hasta ahora 

Clara Jarcia Jarillo, Jose A.Trujillo Gavira 




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