La peculiar manera de asignarles los nombres propios a los hermanos Segovia Canalejo

Martin y Paco Segovia Canalejo 

 Revisando la página Fotos Tesorillo para la Historia, cuya administradora es Rosa Estorach, hemos encontrado esta foto de los hermanos, Francisco Martín (dcha.) y Martín Francisco (izq.), Segovia, Canalejo . Desafortunadamente, Francisco, (Paco Segovia), no está con nosotros, se fue muy joven

Pero el tema que nos ocupa, es la forma curiosa de como le asignaron sus respectivos nombres propios , habrán observado que ambos llevan los mismos nombres de pilas, pero invertidos, Francisco Martín y Martín Francisco, les vamos a explicar el porqué de esa curiosidad 

El primero en nacer fue Paco,  año 1960 , hijo de Manuel Segovia y María Canalejo, el padre de Paco, regentaba un pequeño bar en calle San Roque, colindante con lo que hoy es panadería JD. Había que inscribir al niño, para ello era imprescindible trasladarse hasta Jimena, y los medios de transportes, escaseaban,  ¿ quién mejor que Pacurro  El Municipal ( padre) ?, que iba con frecuencia hasta Jimena, por asuntos propios de su profesión. Antes de partir en su flamante Vespa, Pacurro, tomo una copilla de aguardiente con Manolo Segovia, el feliz padre que lo era por quinta vez, después de la primera, vino la segunda , la tercera, y......

Llega Pacurro hasta el Registro Civil de Jimena, ¡ sorpresa !,  Manolo no le había comunicado que nombre quería para el recién nacido, ni Él se lo había preguntado. Pacurro, un hombre de recurso, encontró pronto la solución, Francisco por Él  mismo y Martín por el pueblo, al final todos contentos. No acaba aquí la historia, al cabo de dos años o menos, se repite la misma situación, viene al mundo el sexto hijo del matrimonio, Segovia-Canalejo y, ¿ pueden ustedes creerlos?, ocurrió la misma situación, una copa, otra y......... Pacurro no se complicó a la hora de rebuscar un nombre propio, salomonicamente decidió, Martín por el pueblo y Francisco en su honor 

No me negaran, que la cosa, tuvo gracia, peculiaridad, surrealismo, eso sí tanto el padre de los vástagos, como el inefable Pacurro, recordaron con alegría y buen humor las anécdotas