Ha aparecido en el diario digital Nueva información.es. Un artículo firmado por Pedro Fernández Barbadillo . En el que relata, la oportunidad que tuvo el Campo de Gibraltar, para convertise en provincia.
Es cierto que algo de una forma muy somera sabiamos, pero en honor de la verdad, no le dabamos mucho crédito.
Nos ha parecido curiosa la noticia, por eso reproducimos . Seguro que de haber cristalizado la idea, Tesorillo, hubiese tenido mucho a favor para haber obtenido su segregación
El régimen franquista sopesó la creación de una nueva provincia en Andalucía, en torno a la colonia de Gibraltar, con municipios desgajados de Cádiz y Málaga. El asunto estuvo a punto de salir adelante, pero al final las fuerzas vivas locales paralizaron el proyecto.
En 1965 se aprobó el Plan de Desarrollo del Campo de Gibraltar. El cierre de la verja, que dejó sin trabajo a varios miles de españoles, causaron un gran empobrecimiento en la colonia y su hinterland. En los años posteriores se instalaron en el Campo de Gibraltar varias industrias, como una refinería de Cepsa y una planta de fabricación de acero inoxidable de Acerinox.
El Gobierno franquista no limitó su acción al fomento de la industria, sino que la extendió a la administración: se propuso la creación de una nueva provincia que reforzase la reivindicación española y tutelase el desarrollo social y económico.
De acuerdo con el proyecto, la novena provincia andaluza se denominaría Campo de Gibraltar y se formaría con 28 municipios desgajados de la provincia de Málaga, entre ellos Ronda y Estepona, y 12 de la de Cádiz, como La Línea de la Concepción, Algeciras y Tarifa. Tendría en torno a 300.000 habitantes. La capitalidad estaba dudosa entre Algeciras o un nuevo municipio.
A medida que se conocía el proyecto, las reacciones entre los afectados crecían. El gaditano José María Pemán escribió en febrero de 1969 un artículo para ABC que se le censuró y en el que arremetía contra el proyecto.
Entre los partidarios de la erección de nueva provincia figuraban ministros como Fraga y Castiella, y representantes de los municipios y comarcas afectados que se consideraban olvidados por sus organismos provinciales, como la Hermandad de Alféreces Provisionales de Ronda. Entre los opuestos estaban las diputaciones de Málaga y Cádiz y el ministro de Interior, el general Alonso Vega. Este militar llevó al Consejo de Ministros celebrado el 7 de marzo su propio informe, en el que rechazaba de plano la nueva provincia y proponía que se nombrase un delegado especial del Gobierno con jurisdicción sobre el Campo de Gibraltar y con facultades análogas a las de los gobernadores civiles.
El asunto coleó durante varios años. El catedrático Salustiano del Campo, natural de La Línea, y el mismo Fraga pidieron que se recuperase la creación de la nueva provincia en 1973. Y ya en la transición se volvió a recordar alguna que otra vez.
Pedro Fernández Barbadillo.
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