Sin embargo, en el Campo de Gibraltrar, suelen frecuentar sitios como Jimena de la Frontera como nos explica un vecino de esta localidad, Frank Vega, que posa en las redes sociales con una de estas sorprendentes mariposas de gran tamaño.
«Yo las solía ver de pequeño, posadas en las cortinas de la cocina», comenta a Área. «Ayer me encontré una a las puertas del Ayuntamiento».
Como dato curioso, los adultos de Saturnia viven y mueren por amor, es su único cometido. De hecho, en su efímera semana de madurez (pues tan sólo viven durante una semana como mariposas), llevan al extremo aquello de la falta de apetito cuando se está enamorado, pues no prueban bocado en todo el tiempo y viven sólo de las reservas que acumularon cuando eran orugas.
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