Esta foto de regular calidad, pero sí con un contenido emotivo, nostálgico e histórico, la hemos rescatado en una de esas carpetas olvidada en algún dispositivo, so pena de terminar perdiéndolo. Ya no existen esa lata de galletas, llena a rebosar de fotos antiguas, o los álbumes que nos transportan a tiempos pasados, algunos ya un poco lejano. Días pasado alguien me comentaba no sin razón que terminaremos por perder los recuerdos, que cuando vengan futuras generaciones, no sabrán cómo eran sus abuelos, bisabuelos, simplemente porque ya no se imprimen foto.
Dicho esto recreémonos en la instantánea. Calle Real, confluencia con calle Huertas, observen que todavía no estaba ubicada en la esquina la farmacia, como menos década de los 50 del siglo pasado, ausencia total de vehículos, por aquel entonces se podrían contar con los dedos de la mano y sobraban dedos. El firme de la calle, sin asfaltar, terrizo, en primer plano una mujer con un cántaro sobre la cadera, el cuadril como se conocía.
La mujer, con toda probabilidad, viene de la antigua fuente y se dirige bien al domicilio donde trabaja como asistenta, las criadas de entonces o simplemente lleva el líquido elemento a un domicilio, donde le pagarán ( poco dicho sea de paso) por ello .
Es el fiel reflejo de lo difícil y las penalidades, que tuvieron que pasar muchos en esos años de carencias y subdesarrollo. Aunque hay quien dice, que eran más felices que ahora. Para gusto los colores
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