lunes, 15 de septiembre de 2025

El colegio público Aljibe de Jimena sigue vacío: cuarto día sin clases por las protestas de las familias


 El patio del CEIP Aljibe ameneció este lunes como una metáfora: las mochilas no entraron por la verja, sino que se quedaron en la calle, entre pancartas y voces que repetían la misma pregunta —¿hasta cuándo?—. Los más de trescientos alumnos de este colegio público de Jimena de la Frontera llevan ya cuatro días sin clases, en un curso que no ha comenzado para ellos. El bullicio de septiembre, la ilusión de los primeros días, no ha llegado al único centro del Campo de Gibraltar donde las aulas siguen vacías.

Lo que hay dentro, en cambio, es silencio. Y lo que hay fuera, familias que se plantan contra un problema que acumula más de quince años de promesas incumplidas: la ampliación del colegio. Las aulas superan los ratios que marca la ley, el salón de usos múltiples se ha reconvertido en clase, los despachos de los profesores en improvisados espacios lectivos. “La calidad de la enseñanza está hipotecada”, repiten las familias, que ya el curso pasado advirtieron que la situación era insostenible. 

 

El miércoles 10 de septiembre, día oficial de inicio del curso escolar en Andalucía, los padres decidieron no llevar a sus hijos a clase. No fue un gesto aislado, sino una huelga unánime que se ha prolongado hasta este lunes 15 y que amenaza con seguir si no llega una respuesta real de la Delegación Provincial de Educación de la Junta. La administración, por ahora, solo ha puesto sobre la mesa alternativas que las familias consideran “inaceptables”: volver a dividir el salón de usos múltiples o recurrir a parches provisionales que no solucionan nada. La opción de instalar módulos prefabricados se descartó en la última reunión con los representantes de la Junta y el Ayuntamiento.

“Queremos una ampliación estructural, aulas nuevas, no apaños”, insisten desde la AMPA Sierra Aljibe, el colectivo que ha organizado las movilizaciones. En un comunicado difundido estos días, explicaban con precisión el calendario de protestas: no asistencia a clase los días 10, 11 y 12, una manifestación el lunes 15 en la puerta del centro de nueve a once, y la convocatoria de nuevas asambleas para decidir los siguientes pasos. “Nuestros hijos no entrarán al colegio hasta que no tengamos una respuesta. La unión hace la fuerza”, concluyen. 

 

La protesta, además, ha llegado al Defensor del Pueblo andaluz, que ya ha mostrado interés por el caso. Mientras tanto, Ayuntamiento y AMPA buscan fórmulas para ayudar a aquellas familias que no tienen con quién dejar a los niños durante los días de huelga.

Esta tarde, en una nueva reunión, se votará si mañana martes los estudiantes cruzarán al fin la puerta del colegio.

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